Antioxidante, hidratante y reparadora: todos los beneficios de la miel para la piel que no conocías
La miel es un endulzante natural muy apreciado, pero su uso en cosmética es uno de los más recurrentes a lo largo de los años.
Su poder hidratante, antioxidante y antiséptico la convierte en tu gran aliada para cuidar de tu piel de manera natural.
Descubre cómo puede beneficiarte tener siempre a mano un tarro de miel en casa.
Además de tener múltiples usos dentro de la cocina, la miel es uno de los ingredientes naturales más utilizados en cosmética. Su valor reside, principalmente, en el poder que tiene para cuidar y embellecer nuestra piel gracias a sus vitaminas y propiedades. Capaz de hidratarnos de manera intensa y natural, la miel ofrece también otros beneficios que te harán tener siempre un tarro a mano.
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Del mismo modo que una cucharada de miel puede endulzar tu bebida favorita, puede ser tu aliada para tratar poros, nutrir la piel o actuar como exfoliante. Aquí tienes todas las formas en la que puedes usarla para presumir de una piel radiante y luminosa.
Hidratación profunda de la piel
Esta es la propiedad más conocida de la miel y la que hace que esté presente en tantos productos de cosmética. Los enzimas que contiene ayudan a que penetre en la piel y la hidrate desde lo más profundo. Si crees que tu piel necesita un extra de hidratación, solo necesitas utilizar la miel a modo de mascarilla, aplicándola directamente sobre la piel limpia y seca. Deja que actúe durante 15-20 minutos y retírala con agua tibia. Verás que suave queda el rostro.
Limpieza de poros
La miel tiene propiedades antisépticas y antibacterianas, que ayudan a eliminar puntos negros y espinillas, evitando que se infecten y retrasando su aparción. Si tienes los poros obstruidos, además de limpiarlos con productos específicos, prueba semanalmente a realizar un masaje sobre la piel con una cucharadita de miel y una de aceite de coco. Aclara con agua tibia a continuación. No engrasa la piel y ayuda a mantener los poros limpios.
Un exfoliante suave
Para que la exfoliación de la piel no resulte agresiva no sirve cualquier producto. Si la tuya es propensa a irritaciones o sensible, la miel te será de gran ayuda para eliminar restos de piel y células muertas. Mezcla dos cucharas de miel con dos de copos de avena, y realiza una exfoliación suave a continuación. Aclara con agua tibia e hidrata con tu crema habitual.
Tratar cicatrices
Para reducir su apariencia, las cicatrices necesitan al mismo tiempo estar desinfectadas, hidratarse y que se favorezca la regeneración de la piel. La miel cumple con todas estas propiedades, ya que es antiséptica e hidrata en profundidad y, además, tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la visibilidad de la cicatriz. Si tienes una cicatriz, aplica sobre ella un poco de miel con un ligero masaje, luego cubre con una toalla humedecida en agua tibia y deja que actúe hasta que se enfríe. Hazlo a diario y verás cómo mejora.
Efecto antiedad en la piel
Para retrasar el envejecimiento de la piel, siempre expuesta a los agentes contaminantes o la exposición al sol, es necesario que reciba un tratamiento antioxidante. Y entre las propiedades de la miel, su acción antioxidante es una de las más destacadas. Gracias a ella, además de prevenir, se pueden reducir las pequeñas arrugas y líneas de expresión que ya hayan hecho su aparición. Para ello nada mejor que aplicar una mascarilla de miel en la piel y, para reforzar su acción antioxidante, añadirle unos granos molidos de café o una cucharada de aceite de oliva.