Una de las tendencias de maquillaje que más están de moda ahora mismo es el efecto ‘cara lavada’, una técnica de maquillaje en la que prima naturalidad del rostro y la jugosidad de la piel. Lo recomendable es lograr este tipo de tendencia sin aplicar ni una gota de maquillaje, pero conseguir este buen efecto sin una buena base o un buen iluminador será complicado. Y esto es porque se tendría que gozar de una piel sin ningún tipo de imperfección, algo que será realmente complicado.
Así, este efecto buena cara se podrá lograr de otras formas. Por ejemplo, habrá que intensificar esa mirada despierta, un poco de rubor en la mejilla y una piel más fresca. Para ello, habrá que hacerse con tres productos básicos que servirán para proporcionar ese aspecto más natural: una buena máscara de pestañas, colorete e iluminador. Además, una de las mejores opciones será un iluminador transparente, que está muy de moda.
El iluminador es uno de los productos fundamentales a la hora de maquillarnos, ya que proporcionará luz a ciertas zonas estratégicas del rostro. La clave estará en saber aplicarlo de forma correcta y, por tanto, si se utiliza correctamente se logrará conseguir un look más natural y fresco. En el mercado nos podremos encontrar con diversos tipos, como puede ser el iluminador en polvo, lápiz, en crema o líquido. Así, lo mejor será que vayas probado unos u otros y elijas aquellos que mejor se adapten a tus necesidades.
El iluminador en polvo es uno de los más conocidos y usados, ya que se considera el formato más fácil de aplicar y el que tiene una mayor capacidad de pigmento. Este tipo de iluminadores se aplicarán gracias a una brocha pequeña y, además, en zonas más pequeñas como puede ser el lagrimal, donde habrá que hacerlo con el dedo corazón y de forma suave. Además, habrá que incorporarlo en la parte alta del pómulo, en el tabique nasal, en el lagrimal, el arco de cupido y a los dos lados de las sienes.
El iluminador en crema suele ser de los más útiles, ya que podrás usarlo si buscas un efecto más natural. También, se podrá usar como base y justo después se utilizará un iluminador en polvo. Aunque eso sí, al ser en crema, puede durar menos que el iluminador en polvo, pero será la mejor opción para lograr un aspecto más natural con un brillo que hidratará la piel. Además, se aplica en las mismas zonas en las que se aplicaría el iluminado en polvo, aunque su toque será más sutil.
En el caso del iluminador líquido, que será una mezcla entre los dos anteriores. Por tanto, se tratará del paso intermedio entre ambos productos. Estos son más potentes que los iluminadores en crema, más intensos, pero tienen una duración más corta que los iluminadores en polvo. Así, se recomienda poner pequeñas gotas en la brocha o en la esponja y distribuir por las zonas estratégicas del rostro.
Otra opción será un iluminador en lápiz, que es uno de los menos utilizadas, pero que suele resultar muy útil. Estos iluminadores serán los más recomendables para las zonas más pequeñas.
Lo mejor será escoger un tono idéntico a la piel o, al menos, que sea lo más parecido posible. Si tiene un tono más oscuro o claro que nuestra tez, podría hacer que se resaltaran las imperfecciones. Un punto importante a saber es que todos los iluminadores se tendrán que aplicar después de una base de maquillaje y siempre antes de aplicar los polvos compactos.
Aún sí, uno de los que más de moda está es el iluminador transparente. Este proporcionará un resultado muy parecido a si acabaras de salir de un tratamiento facial y, además, es muy fácil de usar. Para lograr ese efecto beauty, lo mejor será combinar este iluminador con un eyeliner y un labial mate. De esta forma, se logrará la tendencia ‘glass skin’ que ha sido un boom total entre las coreanas y que transmite brillo, luminosidad e hidratación.