Tener una buena cara los siete días de la semana puede ser algo complicado. Pero eso sí, el maquillaje nos proporciona esos pequeños trucos para hacer que, aunque hayamos pasado una mala noche o un mal día, tengamos la cara como si acabáramos de venir de un año sabático. Pero, ¿cuál es la fórmula perfecta para lograr el efecto buena cara?
Según apuntan los expertos, la clave estaría en mezclar una buena crema hidratante o base de maquillaje, en su defecto, junto con gotas bronceadoras. El resultado sería espectacular y tendríamos una piel bonita y con buena cara. De esta manera, se podrá lograr un resultado natural y no acabar con el tono anaranjado que no nos beneficiaría en nada. En el caso de que se quiera un resultado más natural aún, lo mejor sería utilizar una crema hidratante. Pero, si buscamos un efecto más bronceado, lo ideal será utilizar unas gotas bronceadoras.
De esta manera, quedará un efecto denominado ‘sun kissed’, es decir, como si lleváramos en nuestra piel ese color tan típico del verano en unos tonos bronce. Así, se logrará un efecto de lo más natural y que no será nada artificial. Esta mezcla hará las funciones de una especie de tinte con el que se puede modular el resultado en función de su cantidad y, además, se podrá en tener en cuenta su duración. Debido a su textura, su duración se prolongará a cualquier producto que se use combinado con ellas.
Servirá para sellar y subir el tono del maquillaje, así como para hacer el famoso contouring. También, será la herramienta fundamental para usar por encima del colorete, para proporcionar un acabado más jugoso y a modo de sombra de ojos cálida, en el caso de que se aplique en los párpados. Además, se podrá utilizar como tono natural en los labios y será muy importante saber el orden en el que se tendrá que aplicar. Por eso, primero habrá que comenzar por el óvalo del rostro, es decir, por el nacimiento del cabello, sienes, pómulos y mandíbula.
Lo siguiente será aplicar más gotas y, así, poder crear un bronceado más natural, uniforme y limpio. Aunque antes de nada será importantísimo preparar bien tu piel. Para ello, deberás lavarla con agua fría para poder estimular la circulación sanguínea. Además, de esta manera, se conseguirá eliminar las impurezas. Después de lavarse bien la cara, una buena opción será la de masajear la zona de los ojos desde el lagrimal hasta afuera. Por último, la crema hidratante será sumamente importante para dar a la piel ese aspecto descansado y más jugoso.
No será recomendable poner base de maquillaje, ya que puede apagar la piel al matificarla. Por el contrario, el corrector se convertirá en tu mejor aliado, pero será muy importante dar con el tono adecuado. Por eso, para neutralizar las ojeras, lo mejor será usar un ligero toque de corrector rosa o con subtono rosado.
Para los ojos, habrá que poner toques de luz estratégicos, con un poco de iluminador en el lagrimal y en el arco de la ceja que abrirán mucho el ojo, y el rizador de pestañas y la máscara serán los aliados perfectos. Primero habrá que darle volumen a las pestañas, poco a poco, desde la raíz hasta las puntas con el rizador. Luego, habrá que incidir en la base con la máscara para depositar bien el producto y deslizar hacia el exterior para peinarlas y difuminar el producto.
En cuanto a los labios, lo mejor será recurrir a tonos claros como puede ser el mate o en brillo. Además, habrá que olvidarse de aquellos colores que más nos llamen la atención, como puede ser el rojo.
Aún así, siempre lo más importante será descansar lo suficiente y, sobre todo, lograr tener una cara fresca y brillante utilizando los productos adecuados en el día a día. Habrá que comprender que cada tipo de piel necesita un producto diferente y que no se tratará igual una piel seca que una mixta o grasa.