Piel sana y sin imperfecciones con la radiofrecuencia facial, el tratamiento de moda para el rostro
La radiofrecuencia facial es un tratamiento estético muy de moda debido a sus buenos resultados.
Ya en la primera sesión notarás los resultados y verás que tu piel luce más tersa y joven.
Cada día vemos cómo aparecen tratamientos nuevos para mejorar nuestro aspecto. Cada vez es más común que una celebritie se aficione a un complejísimo, y también carísimo, procedimiento para eliminar las arrugas de su cara, perder muchos kilos y tener un físico de infarto. Es el caso de la radiofrecuencia facial, uno de los avances de la medicina estética que más adeptos tiene entre los vips. Pero es que ¿a quién no le gustaría tener una piel brillante, sana y sin imperfecciones? Porque el rostro es una de las partes del cuerpo que más sufre y donde más se comienzan a advertir los primeros signos de envejecimiento: arrugas, manchas, poca luminosidad y poca flexibilidad.
Para luchar contra todos estos síntomas de que vamos cumpliendo años, muchas veces, solemos utilizar cremas, sérums y mascarillas. Pero, lamentablemente, todo esto no será suficiente. Si lo que deseas es un cutis terso y joven es muy recomendable que trates de cambiar tu rutina de cuidados diaria y añadas otras que puedan tener más efecto. Por eso, una de las técnicas más demandadas es la de la radiofrecuencia facial. Debido a sus fantásticos resultados son más las personas que acuden a las clínicas especializadas para informarse sobre este milagroso tratamiento. Pero, ¿en qué consiste?
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¿En qué consiste la radiofrecuencia facial?
La radiofrecuencia facial es una técnica adaptada de la medicina general a la medicina estética que busca cumplir con el cuidado de la piel, la mejora de su aspecto y trata problemas y enfermedades que la afectan. Este método consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre el rostro para poder tratar todas las capas de la piel. Así, estas ondas penetran en las capas más profundas de la dermis, actúan sobre ellas y las reparan. Se trata de un tratamiento indoloro y no invasivo y que trabaja la piel desde dentro hacia afuera, aumentando la temperatura de los tejidos.
Gracias al calor que reciben los fibroblastos, la radiofrecuencia aumenta la producción de colágeno, estimula la circulación del rostro, moviliza y disuelve la grasa y favorece el drenaje linfático. Como hemos comentado, el colágeno jugará un papel fundamental en este tratamiento. Se trata de la proteína que forma las fibras de nuestros tejidos y que sirven para hacer de soporte de nuestra piel y, así, mantenerla tersa. Porque con el paso del tiempo y el efecto de los distintos elementos externos, la producción de colágeno es, cada vez, más escasa. La radiofrecuencia puede revertir con su efecto de colagenogénesis o la formación de colágeno nuevo.
Sus beneficios
Como habrás observado, la radiofrecuencia cuida la piel en todas sus capas. Pero, además, proporciona una infinidad de beneficios. Sus efectos y sus resultados suelen ser tempranos y duraderos. Por ejemplo, consigue estimular la producción de colágeno, por lo que nuestra piel se vuelve cada vez más flexible y resistente. Esto prevendrá los efectos del paso del tiempo, retrasando la aparición de las arrugas y disminuyendo las líneas de expresión. También, la radiofrecuencia facial estimulará la circulación en los niveles más profundos, por lo que, tras el tratamiento, la piel se verá más joven, tersa, sana y luminosa.
Tras las aplicaciones podrás observar distintos resultados como que la apariencia general ha mejorado. Esto se debe a la vasodilatación, la vascularización, y la mejora de metabolismo celular, así como a la mejor oxigenación de las células. Al ser un tratamiento para mejorar la apariencia de la piel, esta técnica servirá para reducir las distintas cicatrices, como las marcas de acné, los eccemas, la piel rosácea, la cuperosis o la hiperpigmentación.
Todo lo que debes saber antes de someterte al tratamiento
Aunque se trata de un tratamiento enfocado para personas de edad madura, debido a su efecto tersor puede ser perfecto para pacientes de cualquier edad. Aunque notarás los efectos desde la primera sesión, sí que es cierto que lo más aconsejable será realizarse entre cinco y diez sesiones para que los efectos sean más duraderos. El número de sesiones te lo indicará el especialista ya que dependerá del tipo de piel y de los distintos problemas que padezcas. Cada una de las sesiones tiene una duración de unos 40 minutos y no deberá realizarse más de una por semana. En cuanto a los precios, pueden ser muy variados: dependerán de las sesiones y del lugar donde te hagas el tratamiento.
Antes de realizarte el tratamiento de radiofrecuencia deberás lavar bien tu piel y no aplicar ningún producto cosmético. Una vez que estés en la clínica, te echarán, en la zona delimitada, un gel conductor. Apoyarán el manípulo y lo deslizarán suavemente sobre la parte señalada hasta que se alcance la temperatura deseada. Los aparatosde radiofrecuencia más conocidos son ThermaCool, Accent y Thermalipo. Este último es un sistema de radiofrecuencia facial de última generación y que cuenta con un sistema inteligente que regula de forma automática la intensidad de la frecuencia.