El verano es el momento de juntarse con amigos, a veces de manera improvisada, y dejar que pasen las horas y se improvisen comidas y meriendas que no pueden acabar mejor que con un postre. Conocer estas recetas para preparar dulces con solo tres ingredientes y sin necesidad de horno te van a hacer quedar como la anfitriona ideal, además de ayudarte cuando tengas un antojo de dulce y no sepas qué tomar.
Los churros son siempre un acierto, sea verano en invierno. Para los meses de calor, su acompañante perfecto es un chocolate a la taza bien frío, y los puedes preparar en casa con menos esfuerzo del que imaginas.
Ingredientes:
Elaboración:
Pon a hervir el agua con la sal. Una vez que rompa a hervir añade la harina y remueve a fuego lento durante dos minutos. Saca la masa y ponla sobre una tabla de madera y amasa durante 5 minutos para que termine de cocinarse. Pon la masa, sin dejarla reposar, en el molde churrero y presiona para que salgan sin dejar aire. Corta los churros a la medida que quieras (unos 12 cm es lo más razonable). Ponlos en una sartén con aceite de girasol (no puede ser de otro tipo) bien caliente y deja que se doren con cuidado. Sácalos de la sartén y espolvorea azúcar al gusto.
Las semillas de chía llegaron hace un tiempo para quedarse en las cocinas más healthy. Pero eso no significa que con ellas no se puedan preparar recetas tan deliciosas como este pudin.
Ingredientes:
Elaboración:
La preparación no puede ser más sencilla. Solo tienes que batir juntos todos los ingredientes y dejarlos refrigerar en un vaso o taza durante un mínimo de dos horas. Si quieres endulzarlo puedes añadir un poco de sirope o una cucharada de chocolate en polvo desgrasado.
En ocasiones nos olvidamos de los postres tradicionales, como el flan de huevo, pero siempre estamos a tiempo de recuperarlos porque son un acierto asegurado y además, como en este caso, son muy sencillos de preparar.
Ingredientes:
Elaboración:
Comienza a batir los huevos con suavidad y mientras los bates añade poco a poco el azúcar. Si lo haces con cuidado la base para el flan quedará deliciosa. Cuando esté la mezcla hecha añade la leche y bátelo todo.
Prepara el caramelo calentando en una sartén antiadherente dos cucharadas de agua con un poco de azúcar a fuego lento. No dejes de remover en ningún momento. Cuando lo tengas repártelo en el fondo de los moldes y añade encima la mezcla anterior de azúcar, huevos y leche.
Pon un poco de agua en una olla a presión y coloca dentro los moldes. Cierra la olla y déjalos cocinarse al baño maría durante 5 minutos. Después déjalos enfriar y ya estarán listos para comer.
Los helados son para el verano, y si están hechos en casa, mejor que mejor. Solo necesitas moldes para polos y tres ingredientes para refrescarte de manera saludable en los días de calor.
Ingredientes:
Elaboración:
Lava y deshuesa las cerezas partiéndolas por la mitad. Mezcla en un cuenco el yogur y la miel y después añade las cerezas partidas. Vuelve a mezclar y rellena con el resultado los moldes de helado asegurándote de que no quedan burbujas de aire. Guarda en el congelador y déjalos ahí hasta el día siguiente. Si vas a usar vasitos de plástico, mételos en el congelador durante una hora y luego coloca en cada vasito un palo de madera. Luego déjalos también hasta el día siguiente. Cuando los vayas a tomar, sácalos del congelador unos minutos antes para disfrutarlos al máximo.
La mousse de limón es una alternativa deliciosa y muy refrescante a la clásica de chocolate. Además, es muy sencilla de preparar y es muy posible que te conviertas en una auténtica adicta a ella.
Ingredientes:
Elaboración:
Antes de empezar, mete la nata al menos 10 minutos en el congelador porque es necesario que esté fría. Si te has podido anticipar déjala ya el día anterior en el frigorífico.
Mezcla el zumo de limón con la leche condensada y comprueba cómo la leche se espesa gracias al ácido del limón. Saca la nata del congelador y móntala, a ser posible con unas varillas eléctricas. Cuando se monte mézclala con la leche condensada y el limón y bate con una lengua de cocina o espátula. Ha de quedar una mezcla esponjosa y sin grumos.
Si vas a utilizar las galletas, ponlas en el fondo de los vasitos. Añade la mezcla, si es posible con una crema pastelera para mejorar la presentación y decora con ralladura de limón.