Aunque estamos acostumbrados a ver la faceta más glamurosa de nuestros vips en las alfombras rojas y grandes eventos, cada vez son más las celebridades que toman la decisión de mostrarse sin ningún tipo de filtro y al natural en las redes sociales. Paula Echevarría, Tamara Falcó, Jennifer López o Aitana son solo algunos de nuestros rostros que han posado con la cara lavada en alguna publicación de su feed de Instagram. Una lista en la que se encuentra Salma Hayek, que ha vuelto a demostrar que no necesita nada en el rostro para deslumbrar con un primer plano a sus 54 años.
Sin una gota de maquillaje en su piel y con el pelo al natural, Salma da pruebas a aquellos que dudan si ha hecho un pacto con el diablo por su eterna juventud. En una entrevista para la revista ‘People’, la artista confesaba que había cambiado la forma en la que se ve al espejo. “Solía criticarme mucho. Ahora, cuando me miro y hay cosas que no veo, pienso en cuánto me voy a gustar en 10 años. Cuando veo fotos mías de 30 o 40 años, me veo más hermosa de lo que me veía en ese momento”, desvelaba cómo pensaba ahora. Quienes coinciden en que está realmente bella en esta publicación son sus seguidores, que no han tardado en reaccionar a su posado. “Cegado por tu belleza”, “La mujer más sexy del mundo” o “guapísima al natural” son algunos de los comentarios que se leen en el tablón de esta imagen.
La llegada del coronavirus y, como consecuencia, el obligado uso de la mascarilla ha relegado al maquillaje a un segundo plano. Nuestros famosos han dejado atrás el colorete, el brillo y los labios marcados para mostrarse tal cual, como lo hace Salma, o apostando por un maquillaje con efecto natural y no sobrecargado. A pesar de que no es fácil de conseguir, Nuria Roca nos ayudaba a conseguir paso por paso este deseado y natural efecto por el que tanto le preguntan:
Salma Hayek es una actriz discreta que no concede entrevistas a los medios salvo para promocionar a bombo y platillo sus trabajos en la gran pantalla. Menos aún si es para airear detalles de su vida privada. Una regla que cumple a rajatabla desde que conoció a François-Henri Pinault, su actual marido y padre de su única hija. El empresario francés es uno de los hombres más ricos del mundo y dispone de una fortuna de 30 mil millones, según estima la revista Forbes. La mexicana recordaba hace unos días en el podcast ‘Armchair Expert’ que muchos la criticaron porque aseguraban que estaba con él tan solo por el dinero. “Quince años después estamos juntos y estamos muy enamorados. Ya ni si quiera me ofendo, digo: ‘sí, lo que quieras”.
Una de las pocas charlas personales que ha concedido y que aprovechó para denunciar la “discriminación que sufren los hombres ricos”. “Inmediatamente piensas que porque alguien es rico, puede que no sea una buena persona, que podría ser alguien materialista. Podría ser alguien estúpido, que no se lo merece, que para tener tanto dinero hizo el mal…. Hay todas esas ideas preconcebidas y las escuché, por desgracia”, se quejaba, poniendo de ejemplo a su marido: “Mi chico termina de trabajar y no importa lo difícil que le haya ido, llega a casa con una gran sonrisa en su rostro, feliz de estar en casa, feliz de mirarme a mí y a los niños y de hacernos reír”.