“Cuando me miro al espejo no me reconozco”. Con este titular, Tamara Falcó posaba hace cinco años en la revista ¡Hola! para hablar sobre su sorprendente cambio físico y su enfermedad. Un problema de salud relacionado con la tiroides, hipotiroidismo, sumado al estrés que vivía por aquel entonces llevó a la hija de la reina de corazones aumentar 20 kilos en un breve periodo de tiempo. La marquesa de Griñón recordaba en una entrevista con Pablo Motos que en aquella etapa pasaba mucho tiempo en casa y “lo único que hacía era comer”, llevándose a la boca a primera hora de la mañana “filete empanado y tortilla de patata”. Cansada de estos malos hábitos, la it girl quiso cuidar más su alimentación y ponerse en forma, siguiendo una estricta rutina basada en el ayuno intermitente y en seguir el método de la entrenadora de las famosas.
Para todo lo referido al tema de la alimentación, Tamara se puso en manos de Christina Barrantes, nutricionista de la Clínica Buchinger Wilhelmi, que le enseñó a comer sano. “En realidad lo que hace Tamara no tiene nada especial”, confesaba la profesional en una entrevista para Telva. “Ella come de todo: hidratos, carne, huevos, fruta, verdura… de todo. Lo que necesitaba era dejarse de batidos y cosas con las que estaba mareada y comer equilibrado”, confesaba.
Esta coach nutricional explicaba en la citada cabecera que Falcó debía “medir las cantidades, para no sobrepasarse”, o los días que se vea obligada a hacerlo por los compromisos que la atañen, “disfrutarlo y después en esa semana compensarlo con ayunos intermitentes o hacer un día depurativo comiendo solo fruta”.
“En cuanto me despierto por la mañana, que suele ser entre las 07.30-08:00, lo primero que hago es despertarme pensando en el desayuno”, descubría hace unos días cuál era su rutina diaria en una grabación para Vanity Fair. Sin embargo, la primera comida de la influencer ya no se basa en los filetes y la tortilla con los que arrancaba el día hace unos años. “Me arrastro hacia el café y ese el momento en el que todo cambia. Después ipso facto, me tomo mis vitaminas, a veces me tomo una tostada para que las vitaminas no me sienten mal, es que estoy haciendo ayuno intermitente e intento evitarlas”, confirmaba con sus palabras que sigue esta dieta a rajatabla.
Pero además de este plan nutricional, Tamara tiene una clave más para conservar su peso y mantenerse en forma: ir al gimnasio. La hija de Isabel Preysler realiza “clases muy intensas” con Tracy Anderson, la entrenadora de las famosas. Jennifer López, Gwyneth Paltrow, Victoria Beckham, Nieves Álvarez, Olivia Palermo, Madonna e incluso Kim Kardashian han probado el método de esta estadounidense, que consiste en trabajar para conseguir un cuerpo “equilibrado y fuerte” a través de movimientos repetitivos de baile, yoga y ejercicios aeróbicos en unas condiciones muy concretas de calor y humedad que provocan el “agotamiento estratégico muscular”.
En una entrevista para Telva, Tracy admitía que lleva 20 años de investigación y desarrollo de contenido para elaborar su técnica. “He creado una experiencia de entrenamiento donde todos los movimientos trabajan para crear un equilibrio en aquella zona de tu cuerpo en la que exista tal descompensación”, reconocía Anderson, que dispone de todo tipo de clases en su gimnasio pero es en la clase de definición donde, en sus propias palabras, se contempla el resultado de su trabajo. “Me encargo, mientras estoy diseñando tu cuerpo, de que exista un balance total. Es decir, que no se hipertrofien determinadas zonas en detrimento de otras”.
Por otra parte, las rutinas varían cada diez días para que haya evolución y no quedarse estancado una vez controlas los ejercicios. “Cada secuencia tiene que ser diferente a la anterior y tocar una zona del cuerpo distinta. Es como esculpir los músculos, debes conocerlos muy bien porque hay muchos que trabajan en conjunto y otros debes estimular de manera independiente”, garantizaba Tracy, que aclara que “cada día que no entrenas o estás ganando peso o te quedas como estás”.