La cola del vestido de novia es uno de sus elementos más definitorios, una pieza importante que define en gran medida la silueta del traje de boda, razón por la que se convierte en una de las decisiones más importantes que debes tomar en lo que respecta al diseño de tu vestido.
Existen diferentes modelos que van del más discreto al más llamativo: cola barrida, cola watteau, cola de la corte, cola capilla, cola catedral y cola real, cada una de ellas con una medida y pensada para un tipo de vestido y es importante conocerlas todas para saber cómo elegir la cola de tu vestido de novia.
Entre las más discretas hay que hablar de la cola barrida, que mide unos 30 centímetros, lo justo para que arrastre ligeramente, ya sea sólo por la espalda, o en todo el contorno del vestido. La cola watteau es una especie de capa que no suele recorrer demasiados centímetros en el suelo y se distingue de las demás porque sale de la espalda o de los hombros del vestido. La cola de la corte es una de las más clásicas, su medida está entre 30 centímetros y un metro.
Entre las colas más largas hay que hablar de la cola de capilla, cuya longitud alcanza un metro y medio desde la parte baja de la cintura, la cola de catedral que extiende hasta dos metros desde la parte baja de la cintura y la cola real cuya extensión es de tres metros desde la parte baja de la cintura.
Para acertar con la más adecuada para tu vestido debes dejarte llevar por tus gustos, pero también dejarte asesorar sobre cuál es la que encaja mejor con el modelo elegido. Estas pautas te ayudarán a elegir la cola que queda mejor con tu vestido de novia.
La cola barrida es la elección perfecta para los vestidos de novia de silueta longitudinal y especialmente cuando están confeccionados con tejidos ligeros. Este tipo de cola encaja a la perfección con modelos de patrón sirena, con los de estilo boho y con los de corte imperio, a los que añade un toque ceremonioso muy sutil.
La cola watteau es la única que sale de la parte superior del vestido, ya sea de la espalda o de los hombros y cae como una especie de capa, bien hasta el mismo largo del vestido, bien unos centímetros más. Es la cola ideal para modelos de novia de estilo arquitectónico.
La cola de la corte es una de las más cómodas, por eso es una de las más habituales. Suele ir asociada a modelos de estilo clásico, con independencia de cuál sea el patrón del vestido.
Otro modelo clásico es la cola de capilla, que es algo más larga que la cola de la corte, pero del mismo modo encaja en la mayoría de estilos de vestido, salvo en aquellos que son más informales.
Teniendo en cuenta sus dimensiones, la cola de catedral es ideal para vestidos de corte princesa y de estilo romántico. Dada su longitud, exige la ayuda de las damas de honor para que luzca impecable durante toda la ceremonia.
La longitud de la cola real hace que sólo sea adecuada para bodas que se celebren en una Catedral o en una iglesia de grandes dimensiones, pues de otro modo ocupará todo el pasillo central. Del mismo modo que la cola de catedral, exige la ayuda de las damas de honor para su colocación y suele incorporarse a modelos de estilo clásico.