La suya con Íñigo Onieva está destinada a ser la boda del año. Y un evento con tanta expectación merecía una pedida a la altura. Este sábado, como dicta la tradición, tendrá lugar esa reunión entre la familia del novio y la de la novia que sirve de antesala para el gran día. Un encuentro íntimo, con discursos, regalos y presentaciones, del que Tamara Falcó ha dado todos los detalles en su última participación en el programa de Pablo Motos.
25 personas serán testigos del esperado cara a cara entre el clan Preysler y el clan Onieva. Quizá por complicaciones de agenda, puede que por las muchas polémicas que han agriado parte del noviazgo entre la marquesa y el empresario, hasta hora no habían tenido oportunidad de conocerse en persona. De ahí la expectación de Falcó ante ese (esperemos que nada tenso) cara a cara entre su madre, Isabel, y su futura familia política. "No es que no se conozcan, pero apenas se han visto. Me apetece que se conozcan las familias", ha dicho con risa nerviosa, intrigada por cómo será el momento.
Aunque Tamara no ha dicho dónde tendrá lugar la pedida (es muy probable que al querer que sea "privado" lo celebre en Villa Meona, la casa familiar ubicada en Puerta de Hierro, Madrid), sí ha confirmado la identidad de muchos de los asistentes a la misma.
Estarán, además de ella, su madre y su prometido, el otro gran protagonista del día, Alejandra Onieva, hermana del novio, su madre, Carolina Molas, y su padre, Íñigo Onieva Senior, que recientemente se separó de la suegra de la aristócrata y reside fuera de Madrid, lo que ha impedido un contacto estrecho con su nueva familia. También acudirán algunos testigos.
Por parte de la novia no faltarán Ana Boyer y Fernando Verdasco, sus sobrinos, algún hermano Iglesias y parte del clan Falcó, concretamente su hermana Xandra, que por lo que ha expresado Tamara dará algunos de los discursos de la noche. "En mi familia somos muy de eso, no sé si por su lado, pero en el nuestro lo que les va a caer... ¡Y preparaos para la boda, nos encanta un micro! Mi hermano lo hace muy bien y mi hermana Xandra también", ha confesado.
Aunque Tamara Falcó ya lleva en su dedo la original sortija con la que Íñigo Onieva le pidió matrimonio, es muy probable que en la noche del sábado reciba otra joya, esta vez una que provenga de la familia del novio, una de las tradiciones de este tipo de encuentros. "Es superbonito el momento joya, pero yo estoy superagradecida con la joya que me regalaron y no me tienen que regalar nada", ha expresado, dejando entrever lo que espera recibir este fin de semana.