Lucía Villalón ha concedido una entrevista a los compañeros de la revista ¡Hola! en la que ha hablado del estado de salud de su hijo Diego, que tuvo que ser intervenido nada más nacer a causa de una gastrosquisis, y en la que ha destapado que se casó en secreto con Gonzalo Melero, futbolista de la U. D. Almería, justo antes del nacimiento del pequeño.
"Casados estamos. Lo que no hicimos fue una boda religiosa ni hemos contado nada. Nos casamos el verano pasado", descubría la periodista deportiva, que aclara que esto fue un mero trámite. "Lo hicimos un poco como legal, para tener todo organizado de manera legal antes de que naciese Diego y que no hubiese ningún problema. Fue civil. Siempre lo he dicho, y es una cosa que ya habíamos hablado", añadía, asegurando que en un futuro se vestirá de blanco y lo celebrará como siempre ha soñado.
"Nos queremos casar por la Iglesia y queremos hacer una boda, pero al final entre ponte bien y estate quieto... No tenemos fecha todavía, es una cosa que sabemos que queremos hacer pero nada. Imaginate, ahora con el niño para arriba y para abajo y todavía amoldandome", explica Lucía, que desconoce si darán un hermano a Diego antes de dar este paso. "Con todo lo que ha sido esto, ni lo hemos hablado. Y tampoco me corre prisa. Queremos la bendición de Dios y creemos en el matrimonio religioso, pero bastante tengo yo de momento con habituarme a ser madre", defiende.
En esta charla con la citada cabecera, Lucía ha explicado cómo se encuentra en la actualidad su hijo, que tuvo que ser intervenido hasta en dos ocasiones poco después de nacer. Su doctor les comunicó, cuando ella estaba de catorce semanas, que el bebé venía con gastrosquisis, defecto de nacimiento que implica que la pared abdominal del feto no se cierre bien durante la gestación y que parte de los intestinos se formen fuera de su cuerpo.
"La última vez que le operaron fue en septiembre y, en la revisión de noviembre, estaba bien. Come como una piraña y hace sus necesidades perfectamente. En menos de un mes volvemos a tener médico y esperamos que todo siga perfecto y que nos den el alta definitiva", explica Lucía, que considera una "monadita" la cicatriz que le ha quedado. "Es un ombligo de cicatriz, se ve que no es un abdomen normal, pero como lo vemos todos los días y lo hemos normalizado completamente, pues ya no nos llama la atención. Supongo que cuando sea más mayor, se le notará mucho más", opina.