Es la protagonista absoluta de la semana. Al menos en lo que al papel couché se refiere. Poco para ser Tamara Falcó y quedarse sin vestido de novia a poco más de un mes de su boda. Pero si existía en este planeta una persona con el poder suficiente para desbancarla en cuanto a interés mediático, esa era Isabel Preysler. Después de cinco días en los que la prensa rosa ha hecho todo lo posible por conocer la versión de la marquesa sobre su guerra abierta con Sophie et Voilà, solo faltaba saber la opinión de su madre, que también se ha visto implicada en esta polémica.
La aristócrata ha mencionado a Isabel cada vez que se ha explicado sobre esa sucesión de conflictos y tensiones que provocaron que las diseñadora de su traje de novia decidiesen abortar y no continuar con el proceso. En la famosa segunda prueba en la que, al parecer, las modistas cambiaron por completo la versión que tenían apalabrada con el fin de no plagiar la idea de otra firma, Preysler fue un apoyo crucial para su hija a la hora de no ceder en las propuestas de Sophie et Voilà. Y su asistencia este fin de semana a la boda de Lucía Domínguez Vega-Penichet y Álvaro Gomis nos ha permitido preguntarla al respecto.
Desde el momento en el que la socialité bajó del coche y se dispuso a acceder a la madrileña iglesia de Santa Bárbara en la que más de 300 invitadas las esperaban a ellas y a la novia, una nube de fotógrafos y periodistas fueron directos hacia Isabel. El interés por capturarla era tal que Isabel, visiblemente agobiada por la situación y consciente de que quedaban escasos segundos para el inicio de la ceremonia (pasaban siete minutos de las 20:00 horas, que era la hora de inicio prevista), tuvo que ser socorrida por la propia Tamara, que enseguida la cogió del brazo para 'rescatarla'.
Fue a la salida del templo, con los ánimos más calmados y sin rastro del 'shock' inicial, cuando Preysler se dejó ver más tranquila, alegando que "no hay ningún problema" y que "está feliz y tranquila" tras lo sucedido. Al ser preguntada directamente por la influencia que ha tenido en Falcó a la hora de tomar esta decisión, Isabel se ha dejado ver muy sorprendida, desmintiendo que ella tenga que ver en lo acontecido.
Más allá de esta reaparición, la otra actualidad que genera su presencia en este enlace que ha reunido a lo más top de la jet set han sido sus looks. Preysler y sus hijas, porque a este enlace también acudió Ana Boyer, demostraron ser las invitadas perfectas a una boda de tarde con sus tres looks de raso. El de la matriarca del clan lo firmaba Silvia Tcherassi y era una exótico túnica con colorido estampado de flores fucsias, blancas y amarillas que contrastaban con su fular, que casualmente era del mismo tono que el vestido de su hija menor. El de la futura novia, por su parte, era un diseño de su amigo y compañero Pedro del Hierro que destacaba por los tonos malvas y las mangas abullonadas.