Organizar una boda podría considerarse un trabajo a tiempo completo: elegir el enclave, el catering, la decoración, música, invitados… Y cómo no, el look. Por mucho que en la actualidad cada vez más se lleven las bodas informales, en la mayoría de los casos el protocolo de la vestimenta es uno de los pocos aspectos que no suele variar. Sin embargo, aunque se trate de pautas generales, el estilo y la formalidad pueden variar según las preferencias personales y el tipo de enlace. Es por ello que se recomienda consultar con un experto para conocer a fondo los requisitos del código de vestimenta establecido para el evento.
En Divinity hemos hablado con el estilista Jesús Reyes quien opina que, por mucho que las modas del momento aboguen por improvisar más, lo mejor es no dejar demasiado lugar a la improvisación si no se quieren percances de última hora. "Existen múltiples factores que influyen a la hora de tener en cuenta en una boda para invitados masculinos y sobre todo para el novio, pero vamos a partir de la base de dos importantes premisas”, comienza diciendo.
“La primera y principal, que el protocolo en una boda la dictan los novios; por lo tanto, en el caso de los hombres, si el novio lleva chaqué, que es lo habitual en las bodas en España y para una ceremonia religiosa, formal y solemne; los testigos y padrinos también deben llevarlo. El resto de los invitados masculinos al enlace pueden llevar traje formal (dos o tres piezas), siempre con corbata, nunca con pajarita (la pajarita sólo para esmoquin, que no sirve en España para bodas). Esto sería lo correcto teniendo en cuenta esta indicación, aunque también otros invitados pueden optar por el elegante chaqué en tonos similares al elegido por el novio”, cuenta.
El segundo punto a tener en cuenta desde su punto de vista hace referencia a los gustos de cada uno. “El protocolo 'invita' a ir vestido en relación a estas peticiones sociales que tienen que ver con los estilismos en celebraciones o bodas solicitadas por parte de los novios. Pero, finalmente, será el invitado quien decida cómo se siente más cómodo vestido para acudir a dicha invitación (aunque esto varía en función de cada país, por ejemplo, el protocolo inglés es mucho más estricto que el español). Eso sí, por cortesía al novio, lo idóneo es respetar esa regla de protocolo”.
Concluye su reflexión explicando que, si la boda es informal, el protocolo indicará llevar traje con camisa y sin corbata como norma general. “Pero repito, el novio decide el protocolo y deberá informar del mismo a sus invitados previamente", concluye.
Para aquellos que busquen una guía práctica con las indicaciones más habituales, hay dos pautas que no fallan.
En primer lugar, se debe recurrir a una paleta de color con la que el novio se sienta cómodo y generalmente suele ser un traje de dos o tres piezas o un esmoquin. La camisa, con cuello clásico o francés y en tonos blancos o muy claros. En cuanto a si llevar corbata o pajarita, su elección dependerá del estilo tanto del novio como de la boda. A la hora de agregar accesorios, mejor optar por la sobriedad para no recargar el estilismo con un pañuelo de bolsillo, gemelos o un reloj elegante.
En segundo; prescindir de los colores o estampados excesivamente llamativos, así como joyería excesiva o accesorios demasiado extravagantes. En estos casos menos siempre es más.