El 2023 podría definirse como el año de las bodas. Y es que tras la pandemia la gente tiene ganas de celebrar (y mucho) un enlace inolvidable. Si estás leyendo esto, será porque tienes más de una a la vista en los próximos meses y entre el regalo a los novios, y el alojamiento -cuando es fuera de tu cuidad-, es normal que la economía se resienta. Eso sin hablar del look de invitada, otro desembolso que habría que sumar a la lista y que tantos quebraderos de cabeza trae.
A la hora de crear el estilismo perfecto no hace falta tener que lucir siempre un vestido nuevo. Repetir un look de invitada en una boda puede ser una excelente opción si te sientes cómoda y segura. Con los trucos adecuados, puedes hacer que pase completamente desapercibida y lucir como si estuvieras estrenando. Ya se sabe que, en lo que a eventos se refiere, el ingenio apremia, y si se sabe jugar con la imaginación y un poco de buen gusto, se puede perfectamente reutilizar sin que apenas se note.
Paloma Herce, consultora de moda especializada en looks nupciales y de invitada, ha compartido con Divinity su punto de vista de experta para acertar en una ocasión tan especial.
La experta opina que las capas son una excelente opción, especialmente en las bodas de entretiempo. “Se han puesto de moda desde hace varias temporadas, un poco volviendo a las reminiscencias de las invitadas de los años noventa que en vez de capas, llevaban chales. Al final, como suele pasar con estas cosas, empezaron marcas un poco más nicho y ahora prácticamente las podemos encontrar en todas partes, e incluso en Zara. Y ya se sabe, que cuando algo llega al gigante de Inditex pues ya se instaura como tendencia de moda en mayúsculas. Ya no solo me parece la mejor manera de ir a una boda de entretiempo en la que se repita look, sino que también a nivel moda aporta un aire sofisticado, haciendo que quien la luzca, se vea mucho más elegante”.
Añade que las capas se ven sobre todo encima de vestidos, pero que ella apostaría por ponerlas encima de otras prendas o incluso coserlas como si fuese un añadido más. “Ya puede ser un ‘total look’ o un mono. De hecho yo hice una asesoría en un grupo de música religiosa y precisamente el ‘uniforme’ que llevaban las chicas era un mono azul satinado y encima una capa y el resultado era espectacular”.
Para ella, la atención a los pequeños detalles es lo que marca la diferencia, siendo ahí precisamente el punto en el que habría que hacer más énfasis. Para ello, hace hincapié también en variar el calzado, ‘el gran olvidado’ en muchas ocasiones y que sin embargo puede hacer que un vestido se vea totalmente diferente.
Más allá de la joyería en oro o plata, cada vez se ven más otros materiales como la rafia y pedrería muy colorida que se hacen de forma instantánea con el protagonismo del conjunto. Los pendientes XXL o anillos con personalidad son capaces de atribuir un nuevo sentido hasta a las prendas más sencillas, así que no hay que tener miedo en innovar en este sentido, especialmente cuando se repita un estilismo.
Además de los accesorios, puedes jugar con otros complementos para desviar la atención de tu conjunto repetido: desde un cinturón llamativo, una estola elegante o un broche vintage que pueden añadir un toque de originalidad y distracción.
Otra forma de refrescar un look es variar de forma drástica el ‘beauty look’. Si la primera vez llevaste el pelo recogido, prueba a hacerte unas ondas o viceversa. Otro truco muy efectivo consiste en variar el maquillaje haciendo hincapié en el color del labial, pasando de los nudes a los rojos o jugando con las tonalidades de las sombras de ojos. Añadir un tocado o una diadema también hará que el resultado se vea distinto, así que no tengas miedo en arriesgar.