La boda del año ya ha tenido lugar: Tamara Falcó e Íñigo Onieva están casados desde la tarde de ayer, después de tres años de relación y de una ruptura que ya es historia de la cultura pop española. No por esperado el enlace ha decepcionado. Se desconocen todavía mucho de los detalles y, lo más importante, las imágenes del evento (aunque ya hemos podido ver alguna instantánea fugaz), pero el desfile de semejante cantidad de caras vips, sumando amigos y familiares, llegando a El Rincón, ha sido excepcional. Uno de los nombres más destacados ha sido el de Nuria Roca. La presentadora ha mostrado su estilismo durante el camino al evento, en coche y junto a su marido, Juan del Val.
La de Moncada ha escogido para la ocasión un diseño de la firma danesa ROTATE Birger Christensen. Se trata de un vestido largo de estética 'paillette', en color fuscia y totalmente cubierto de lentejuelas brillantes. Fruncido a al cintura, cuenta con mangas abullonadas, uno de los clásicos de esta temporada. Nuria, que ha elegido el pelo suelto para el enlace de su amiga Tamara, ha complementado la prenda con tacones verdes, también de lentejuelas, de Amina Muaddi, y un bolso amarillo de Shourouk.
La elección estilística de la presentadora, que ha desgranado su look en Instagram de madrugada, viene con anécdota. Roca no se ha comprado algo para la ocasión, como sí han hecho otras invitadas. Ha reciclado una pieza que tenía ya en casa, que se compró hace tiempo pensando que en "alguna ocasión especial" se lo pondría.
Además, el look de Nuria ha contado con la aprobación de la propia novia. Como ha asegurado, Tamara le advirtió de que la suya era "una boda en el campo, pero no una boda campestre". La periodista ha bromeado, asegurando que ya que se dirigía a un palacio, había decidido ponerse encima "todos los brillos del mundo".
La pareja ha conectado con el programa 'Y ahora Sonsoles' durante el trayecto hasta el palacio, poco antes de las seis y media de la tarde. Ambos han comentado sus impresiones previas, en perspectiva de que al llegar se les retirarían los teléfonos móviles, idea que ha entusiasmado al escritor, pero que no ha evitado que hayamos podido ver las primeras imágenes del interior. El matrimonio ha bromeado sobre los nervios previos, el atasco de la entrada del recinto, y el tiempo que les ha llevado arreglarse.
Nuria ha reconocido haber empezado a prepararse a las dos y media de la tarde, casi cuatro horas antes del momento en el que se convocaba a los invitados. Lo ha podido hacer con calma, ella sola, y tomándose un café, como ha explicado a Sonsoles Ónega. Juan ha tirado de humor para explicar que había comenzado a arreglarse apenas a las cinco y veinte, y que aún así había tenido que esperar a su mujer.
El periodista ha revelado, además, una curiosidad: del Val no sabe hacerse el nudo de la corbata, por lo que siempre ha de buscar la ayuda de alguien cuando suma este accesorio a su look. En esta ocasión, como ha confesado, se lo ha tenido que pedir a un camarero.