El sábado pasado, finalmente, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se daban el ‘sí, quiero’ en la capilla de la finca El Rincón, ubicada en Aldea del Fresno, en Madrid, arropados por un total de 400 personas que disfrutaron hasta altas horas de la madrugada de una lujosa celebración. Sin embargo, a pesar de la alegría y el esplendor del evento, en los últimos meses, los medios de comunicación se hicieron eco de una restricción impuesta por los novios que no fue bien recibida por algunos de los invitados.
La decisión de prohibir el uso de teléfonos móviles durante la boda generó cierta incomodidad entre algunos de los asistentes, quienes habrían considerado esta medida como excesiva o innecesaria. La marquesa de Griñón y su actual esposo, en búsqueda de conciliar su deseo de blindar la exclusiva de su celebración con la necesidad de comunicación de los invitados, brindó a los asistentes una solución que les permitió disfrutar del evento sin sentirse completamente desconectados o limitados en cuanto al uso de sus dispositivos.
Para garantizar la comodidad y satisfacción de los asistentes, se designaron áreas específicas donde los asistentes tenían total libertad para utilizar sus teléfonos. Estos espacios fueron cuidadosamente ubicados para no interferir con el desarrollo de la ceremonia y la recepción, permitiendo así que los invitados se mantuvieran conectados y atendieran sus necesidades telefónicas cuando desearan.
Una controvertida imposición que ha generado opiniones y reacciones diversas, entre otras la de Vicky Martín Berrocal, que deslumbró con un vestido verde menta. La reconocida diseñadora de moda compartía en su cuenta de Instagram una instantánea junto a Samantha Vallejo-Nágera tomada justo “antes de entregar los móviles”, idea que no fue de su agrado al principio, pero que acató sin objeciones para respetar la voluntad de los novios en uno de los días más importantes de sus vidas.
“De primeras, cuando te dicen que tienes que dejar tu móvil, a nadie le gusta la idea”, explica Vicky, que reconoce que su opinión ha cambiado después de ir a varios eventos en los que se implanta la citada condición. “Después de ir a varios cumpleaños y alguna boda donde te exigen dejar el móvil, lo agradeces. Te lo pasas infinitamente mejor. Así que, a partir de ahora, si podéis hacerlo, os lo recomiendo”, aconsejaba a sus miles de seguidores, a quienes hacía saber en tono jocoso que, “si algún día me caso, haré lo mismo”.