Hay parejas que, solo por el hecho de estar juntos, parecen hacer realidad los sueños de una gran mayoría. Y eso fue lo que ocurrió cuando descubrimos que Jennifer Aniston y Brad Pitt estaban juntos. Él ya era, indiscutiblemente, el hombre más deseado de nuestro tiempo, y ella la mujer que personificaba todos los ideales de una generación: guapa, graciosa, con estilo, natural y con un corte de pelo que terminó llevando su nombre. Aunque no estén juntos a día de hoy, nos resistimos a olvidar que aquello ocurrió de verdad, porque parecían estar hechos el uno para el otro. Por eso queremos recordar cómo fue la boda de Jennifer Aniston y Brad Pitt.
En el año 1998 Brad Pitt daba por finalizada su relación con Gwyneth Paltrow, mientras que Jenn rompía la que mantenía desde hacía tiempo con Tate Donovan. Estaban libres y sin compromiso, y sus respectivos representantes pensaron que sería buena idea concertar un encuentro. Si bien a Brad y a Jennifer la idea no les pareció muy acertada, lo cierto es que conectaron y su relación tardó muy poco en salir a la luz.
Aunque no dudaron en compartir su compromiso con el mundo, sí quisieron que la boda transcurriera en la más absoluta intimidad. Se celebró el 29 de julio del año 2000 con una celebración por todo lo alto en una propiedad en Malibú, perteneciente al ejecutivo de televisión Marc Carsey. Para evitar que se filtrara ninguna imagen a la prensa, la recepción se hizo bajo una carpa blanca, se restringió el tráfico aéreo.
Se usaron cincuenta mil flores para transformar las 2 hectáreas de la propiedad en el escenario perfecto para una boda romántica. Las flores fueron encargadas a “La Premiere”, una exclusiva floristería de Beverly Hills. Además, según se pudo saber después, durante la ceremonia contaron con la actuación en directo de un coro de gospel formado por 40 miembros.
Mucho ha llamado la atención en estos años del menú que Jenn y Brad eligieron para su boda, aunque no tenemos ninguna duda de que todo estaría delicioso. Los más de 200 invitados pudieron degustar en el convite de caviar, camarones, pizza gourmet, langosta, cangrejo y carne con pimienta.
El vestido de novia de Jennifer Aniston fue un diseño de Lawrence Steele, confeccionado en seda y satén con cristales. Los zapatos fueron hechos a medida por Manolo Blahnik, en gamuza color marfil y con tacón. El velo se sujetaba con una corona adornada con perlas y cristales de Swarovski. De Brad Pitt y su look, sabemos que llevó un esmoquin negro de cuatro botones de la marca Heidi Slimane.