Los accesorios son una de las herramientas más efectivas, en lo que a moda se refiere, para conferir a un estilismo uno u otro acabado, y aunque son un imprescindible durante todo el año. Quizás es con los looks más relajados con los que nos atrevemos a jugar más y a recurrir a combinaciones que quizás en otro momento no llevaríamos. Pero lo cierto es que los accesorios son los grandes protagonistas en los conjuntos de día y noche.
La temporada estiva es sinónimo de rafia, crochet, piedras, estampados, nudos, lazos y todo tipo de recursos que contribuyan a dar un soplo de aire fresco a las prendas del armario. Pero lo que muchas no han pensado, especialmente para aquellos diseños que parecen ser pensados solo y exclusivamente para los meses de junio, julio y agosto; pero nada más lejos de la realidad, les puedes dar una nueva vida para tus looks de otoño. Tan solo basta con echar mano de la creatividad y no tener miedo a innovar.
Septiembre y octubre son dos meses en los que todavía hay muchas bodas y toda idea es bienvenida a la hora de configurar los looks de invitada, y es aquí precisamente donde entran en juego los accesorios de verano, aprovechando los últimos coletazos del buen tiempo. Aquellas que no estén convencidas de incluirlos o no, con las siguientes ideas que se proponen a continuación estamos seguras de que saldrán de dudas. La clave reside en encontrar el término medio de formalidad para que no se vea demasiado casual, y los siguientes ejemplos son perfectos para encontrar inspiración.
Los capazos y bolsos de rafia son uno de los favoritos verano tras verano, pero los diseños más pequeños, de tipo clutch o bombonera, pueden ser una elección perfecta para los looks de invitada en los que se recurra a vestidos de lino, algodón o encaje en tonos neutros. Las que busquen un extra de sofisticación pueden optar por un modelo que incluya algo de pedrería o cristales.
Aunque el protocolo diga que en las bodas no está muy bien visto llevar gafas de sol, lo cierto es que en aquellas de día se convierten en la salvación de muchas para que el maquillaje se mantenga intacto. Y qué mejor que aprovechar tu modelo favorito del verano para que tu vestido se vea más moderno. Todo un acierto que tus ojos agradecerán.
Corales, fucsias, aguamarina, verde esmeralda, mostazas... Hay tonalidades que se ven más en verano y que son muy adecuadas para resaltar el bronceado, así que no te cortes y apuesta por esos pendientes XXL que te han acompañado muchas noches en estos meses. Si tienes dudas sobre qué color puede encajar mejor con tu vestido, apuesta por el opuesto en la ruleta cromática. Acertarás seguro.
Sinónimo de verano, pero también de elegancia y buen gusto. Ya sea en brazaletes como en colgantes o anillos, resaltarán tu lado más femenino y harán que te veas como una princesa.
Desde los diseños acolchados que tanto se han visto estos meses, como los bolsitos de punto o de pedrería. Perfectos para dar un soplo de aire fresco a tu outfit con un acabado muy juvenil.
No tienen por qué tener un tacón de 15 centímetros. Son igual de válidos los modelos planos siempre y cuando estén hechos con colores llamativos y realcen el tobillo para que la pierna se vea más estilizada.
Los modelos que se ajustan al cuello y que incluyen diferentes tipos, como el de la imagen, se convertirá en el protagonista de tu estilismo. Perfecto para vestidos monocolor en tonos tierra o nudes.
Otro de los básicos del verano que en bodas y eventos se ha confirmado como el gran favorito. Desde las sandalias con pulsera y plataforma a las típicas espardeñas de tela con lazada al tobillo.