En 2016 y tras 18 años de relación, Mar Flores y Javier Merino ponían fin a su matrimonio, una relación que hasta el momento había sido siempre sólida, por lo menos de cara al público, que quedó sorprendido al conocer esta separación.
Tras el tiempo necesario para aceptar su nueva situación, la modelo pasaba página y comenzaba una relación con el empresario mexicano Elias Sacal, con quien ha mantenido una relación intermitente desde entonces y que se ha convertido en uno de sus mejores apoyos en los momentos complicados.
Uno de los últimos ha sido la condena del hijo de Mar, Carlo Constanzia, por un delito de estafa. Carlo es fruto del primer matrimonio de la empresaria, que se casaba en mayo de 1992 con Carlo Constanzia senior. Se separaban dos años después, aunque el divorcio no fue efectivo hasta 1995.
En 2001 conseguí la nulidad eclesiástica de ese matrimonio, el mismo año en el que se casaba de nuevo, esta vez con Javier Merino, tras dos años de relación.
Se habían conocido en 1995, pero el momento no parecía ser el adecuado, porque en aquella ocasión su relación no prosperó. No así en 1999, cuando sus caminos volvieron a cruzarse y, en esta ocasión, sellaron su amor con una íntima boda.
La pareja se casaba el 25 de octubre de 2001 y lo hacían en la más estricta intimidad, una celebración religiosa que tuvo lugar en el cortijo Torre de la Reina de Guillena (Sevilla), y a la que solo invitaron a sus familiares y amigos más cercanos.
Así lo aseguraban en el comunicado que hicieron llegar a la prensa en el que acababan con cualquier posible especulación. También hicieron llegar una fotografía del enlace, en la que se podía ver que la novia había escogido un vestido palabra de honor con bordados en el mismo color, el cabello recogido en un moño bajo y un velo sujeto al mismo.
Tras casi veinte años juntos y con cuatro hijos en común, Mar confirmaba a través de sus redes sociales el final de su matrimonio. Unas pocas palabras que dejaban poco lugar a dudas.
“Tras más de 18 años de relación, Doña Mar Flores y D. Javier Merino han decidido, de mutuo acuerdo, suspender de forma temporal su convivencia. Padres de cuatro hijos, ambos piden a los medios que respeten su privacidad y no les sometan a un acoso y seguimiento mediático que puede resultar perjudicial para los niños”.
Decisión de la que más adelante Mar hablaría, dejando claro que no fue tan de mutuo acuerdo como se dijo en un primer momento. “La decisión de terminar con mi matrimonio no fue mía, fue de Javier”, explicó en conversación para El Mundo. “Cuando te dicen: ‘Hasta aquí, ya no continuamos’, te están rechazando... Como mujer, me sentí muy dañada, porque no me sentía que valiera como profesional o como madre estupenda. Esa parte sí que me costó reconstruirla”.