“Algo viejo, algo azul y algo prestado para traer felicidad al matrimonio”, una expresión que se ha convertido en toda una tradición para cualquier novia que se precie y que, normalmente, se suele materializar en el look nupcial. Porque ya se sabe que el vestido, además de ser una pieza clave en el enlace, está cargado de significado y emoción. Y qué mejor manera de honrar esa costumbre que reutilizando el vestido de novia de tu madre en tu propia boda, una tendencia en alza que no solo añade un toque de nostalgia y significado al gran día, sino que también permite llevar contigo la historia y el amor que rodea a esa prenda tan especial.
Sin embargo, lucirlo con éxito no siempre resulta fácil, pues es importante adaptarlo a cada una de un modo que nos haga sentir cómodas y con el que no perder la propia identidad, porque ya se sabe que el vestido siempre ha de reflejar la personalidad de la novia.
El vestido de novia de tu madre puede tener un estilo clásico y atemporal que puede adaptarse fácilmente a las tendencias actuales, por lo que el primer paso consiste en acudir a un profesional, un modista o un diseñador, para que con su visión valore las opciones más efectivas para que se ajuste perfectamente a tu figura y estilo personal. Esto puede incluir por ejemplo pequeños cambios en la silueta, escote, mangas y longitud.
De igual modo, para que la pieza desprenda tu propio sello personal, considera agregar alguna pincelada de tendencia, algo más moderna con la que actualizarlo y que se vea más actual sin que pierda su identidad. Los encajes, bordados a mano o aplicaciones de pedrería son algunos recursos fáciles y efectivos que complementan el diseño original y le dan un toque contemporáneo muy interesante.
La cantidad de cambios a los que lo sometas hasta que cumpla tus requisitos personales depende de ti misma, por ejemplo, si sientes que el color del vestido no se adapta a tu estilo o preferencia, siempre puedes teñirlo, o cambiar detalles como la cinta o los adornos para que se alinee con tu visión. Otra opción reside en considerar crear un vestido de dos piezas utilizando la falda o la parte inferior del vestido original y combinarla con una parte superior nueva y a medida, así puedes mantener el valor sentimental del vestido de tu madre mientras añades tu propio toque de estilo.
Incluso si el vestido de novia de tu madre es demasiado formal o elaborado para tu gusto, considera transformarlo en un elegante vestido de cóctel. Acorta la longitud, elimina las capas adicionales o modifica los detalles para crear un vestido más ligero y versátil. De esta manera, podrás usarlo en otras ocasiones especiales después de tu boda.
Los complementos pueden marcar una gran diferencia en la apariencia general de la pieza. Desde un elegante velo a un cinturón, unos zapatos de autor o joyería significativa pueden darle un aspecto fresco y actualizado al conjunto mientras te brindan la oportunidad de expresar tu propio estilo y personalidad.
Eso sí, independientemente de cómo decidas reutilizar dicho vestido, una alternativa para conseguir darle la importancia que merece consiste en hacer una sesión de fotos especial para capturar este momento significativo. Apreciareis así el tener un recuerdo tangible con el que poner el broche de oro a esta experiencia.