{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
En las bodas se respira el aroma de las flores: la decoración del altar, los centros de mesa y, cómo no, el ramo de la novia. Conseguir un resultado único, que desprenda romanticismo y belleza a raudales, no consiste en colocar flores por aquí y por allá. Hay que dejarse asesorar por un experto en la materia, que sea entender qué buscan los novios (la novia para su ramo), el ambiente y la temática, el espacio de la celebración, la intimidad y proyección del altar… De eso saben, y mucho, las floristas más demandadas para bodas que tienes que conocer si estás planificando tu gran día.
Pilar Sanz acumulaba años de experiencia en el mundo de las flores y, por fin, se decisión a crear su propio proyecto. Su objetivo es conocer los gustos y preferencias de quienes acuden a ella para poder ofrecer un diseño floral que sea único y especial. Por eso prioriza el contacto con los clientes, que han hecho de ella una de las profesionales del sector más solicitadas.
Manuela Sosa es la fundadora de Gang and the Wool, un taller floral ubicado en Barcelona, en la sierra de Collserola. Allí, desde un invernadero antiguo que ha convertido en su espacio de trabajo, crea sus composiciones florales con un aire chic de esencia campestre único.
Elena Suárez es una arquitecta que siempre sintió pasión por las flores y tomó una decisión que le cambió la vida el día de su boda. Se encargó ella misma de la decoración floral al no encontrar a nadie que conectara con su estilo. De ahí, y en cuestión de poco tiempo, pasó a ser una de las floristas más solicitadas de Madrid. Su debilidad son los ramos de novia y las decoraciones con un aire fresco que transmiten la esencia más pura de la naturaleza.
Irene Ruiz es experta en crear composiciones florales para bodas que son realmente espectaculares. Una antigua sastrería de Madrid es hoy su floristería, a las que acuden las novias más estilosas de la capital en busca de las flores que su boda necesita. Los ramos campestres han cautivado a sus clientas y es que en ellos Irene vuelca todo el amor que siente por las flores.
Paula Ordovás se puso en manos de Floreale, es decir, de Antonio Rodríguez y David Henriquez para la creación de su ramo de novia. Sus señas de identidad son el color, la alegría y la exhuberancia, para quienes buscan una propuesta rotunda y única, que no deje indiferente a nadie.