La organización de una boda podría considerarse un trabajo a tiempo completo, pues no son pocos los detalles que deben tener en cuenta los novios para que todo salga perfecto en un día tan especial. Más allá de la localización y el tipo de ceremonia que se desee, otro de los puntos principales es la elección de la fecha, y al contrario de lo que pueda parecer, cada vez son más las parejas que apuestan por celebrar la suya en invierno, concretamente en Navidad. Ya se sabe que el espíritu navideño lleva consigo una atmósfera única de magia y romance, convirtiendo la temporada del frío en un telón de fondo encantador para celebrar el amor.
La tendencia de las bodas en Navidad ha experimentado un notable aumento en los últimos años, y si se piensa con detenimiento no es difícil entender por qué. Desde la decoración festiva hasta la posibilidad de una boda cubierta de nieve, ofrecen un encanto especial que las hace inolvidables. Para aquellas parejas que se estén planteando que la suya sea en estas fechas tan señaladas, tras leer estos motivos saldrán definitivamente de dudas.
La atmósfera de cuento que caracteriza a las bodas en Navidad contribuye a crear una experiencia más cálida (por mucho que los grados apenas se eleven del mercurio). Las velas, las luces titilantes y la fragancia de los arreglos florales invernales crean una atmósfera de intimidad que invita a los invitados a sumergirse en la magia del momento en una de las épocas más dulces del año.
Las bodas navideñas ofrecen una oportunidad única para crear un ambiente de ensueño con una decoración sublime en donde se pueden incluir desde árboles a guirnaldas y luces por doquier. Más allá de la clásica paleta de color de los verdes y rojos, hay otros tonos como los dorados, plateados o blancos que son perfectos para crear un ambiente mágico. Lo mismo sucede con otros detalles como por ejemplo las invitaciones -que ofrecen la oportunidad de ser más creativos y jugar con el tema festivo- o incluso el menú.
La luz suave y difusa del invierno, combinada con la decoración, ofrece un telón de fondo perfecto para fotografías inolvidables. Desde retratos románticos bajo la nieve hasta imágenes junto a un árbol decorado. Sin duda una oportunidad única para capturar momentos mágicos.
En lo que a los estilismos se refiere, las bodas navideñas también son más permisivas, pues parece que ‘todo vale’. Incluso las novias más fanáticas de estas fechas pueden incluir detalles navideños en sus vestidos, desde algún bordado a encajes que recuerden a la nieve. En este caso el ingenio apremia.
Dado que la temporada navideña puede ser una época ocupada, es esencial comenzar la planificación de la boda con anticipación, por lo que tendrás que asegurarte de reservar proveedores y locaciones con suficiente tiempo de antelación. Por otro lado, aunque la Navidad sea fruto de tu devoción, has de mantener una coherencia en los temas de decoración -desde las invitaciones hasta la recepción- para crear una experiencia armoniosa y bien pensada.
Y por último, si planeas un enlace al aire libre, ten en cuenta las condiciones climáticas manteniendo siempre un ‘plan B’ para que, si la lluvia o la nieve hacen acto de presencia, el evento tenga éxito. Tampoco está de más aprovechar la situación e incorporar algunas tradiciones navideñas en la ceremonia o recepción. Desde un árbol de navidad a un photocall ambientado o incluso una pista de hielo para los más atrevidos.
No cabe duda de que las bodas en Navidad no solo son una tendencia nupcial encantadora, sino una oportunidad para celebrar el amor de una manera única y mágica.