Cuando en una boda llega la hora de la fiesta, a los invitados les encanta saber que en algún momento habrá una sabrosa recena. Es una de las tendencias en bodas que parece haber llegado para quedarse, ya que un picoteo a tiempo es lo que el cuerpo necesita para aguantar todos los bailes de la noche. Para acertar no hay nada como optar por la variedad, combinar lo dulce y lo salado y sorprender a tus invitados con ese refrigerio en el momento adecuado. Toma nota de estas propuestas que harán las delicias de todos los asistentes.
Una de las grandes ventajas de los quesos es que puedes poner de diferentes variedades, incluso veganos, y combinarlos con frutos secos y frutas frescas para que se convierta en un tentempié dulce o salado al gusto de cada uno.
Puedes poner una gran bandeja de sushi y te ganarás el aplauso de todos los asistentes. Pero no descartes presentar el pescado en forma de piruleta para convertirlo en un delicioso y sorprendete bocado.
Los donuts de diferentes sabores están de moda en las bodas y, hasta quien está algo harto de verlos, sucumbe a su dulce sabor en cuanto aparecen. Un punto a su favor es que son vistosos y coloridos ( y que están riquísimos, la verdad sea dicha).
Bombones, mini tartas, galletas… lo que tú quieras, pero de chocolate. Solo hay que probar su potente sabor para recuperar toda la energía necesaria para seguir bailando hasta el amanecer.
Un bocadillo a tiempo, en un pan tierno y crujiente, y con un relleno especial, es todo un lujo a cualquier hora del día y en cualquier situación. Y si se trata de una recena de boda, el éxito es indiscutible.
Piensa en aquellos invitados que son veganos o que sienten pasión por la comida healthy y sorpréndeles con una gran bandeja de diferentes tipos de hummus con crudités de verduras.
No hay paladar que se resista al buen jamón serrano, así que no descartes esta opción para la recena porque harás felices a todos. Si quieres puedes añadir otro tipo de embutidos para que haya más variedad.
Tenemos una pasión por las croquetas que está a la altura de la que sentimos por el jamón. Un surtido de croquetas de diferentes sabores volará de la mesa a las pocos segundos de servirlas, y eso es un verdadero triunfo.