Arantxa Sánchez Vicario es una de las grandes protagonistas de la actualidad. Lamentable no es por motivos deportivos, ya que la ex tenista atraviesa un momento complicado de su vida como consecuencia de su divorcio con su segundo marido, Josep Santacana, y de la acusación de la fiscalía por fraude fiscal. El matrimonio con Santacana ha durado once años y fruto de esa relación tienen dos hijos en común. Pero antes de este matrimonio, Arantxa tuvo una primera boda con el periodista Joan Vehils que, si bien dio lugar a un matrimonio breve, fue un evento de lo más sonado.
Que Arantxa Sánchez Vicario y Joan Vehils iniciaran una relación sentimental, allá por 1999, no era en realidad una sorpresa. Ella era una tenista que había asombrado al mundo del deporte con su talento y la acumulación de títulos ganados, incluyendo ser la número uno en el ranking de la WTA en categoría individual femenina. Joan Velhis, por su parte, era el director del diario deportivo “Sport”, por lo que es de imaginar que seguía cada paso de la tenista y que sentía por ella una gran admiración.
Sin embargo, lo que podía haber sido una relación estable y duradera, comenzó y terminó sin que apenas nos diera tiempo a asimilarla. No ha sido así, en cambio, con su segundo matrimonio, ya que Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario han estado casados más de una década. En cambio, Joan y ella se casaron tras un breve romance de apenas unos meses, el 21 de julio del año 2000, y tuvieron un matrimonio que apenas duró un año. Eso sí, como corresponde a una primera boda, la celebración fue por todo lo alto, lo que hace pensar que la apuesta de la pareja era permanecer juntos durante mucho tiempo.
Las dos bodas de la tenista se han celebrado en un castillo, aunque no el mismo, como parece lógico. Con Josep Santacana el “sí, quiero” tuvo lugar en el castillo de Peralada, en Cataluña, ante más de 300 invitados. Para su primera boda con Joan Vehils, el enclave elegido fue el castillo de San Marcial en Cerdanyola del Vallès, también en Cataluña, ubicado a apenas 20 minutos del centro de Barcelona.
Fue una boda por todo lo alto a la que asistieron más de 650 invitados. Acudieron grandes personalidades del mundo del deporte y el espectáculo, aunque destacó la presencia de la clase política, sobre todo la del expresidente del Gobierno José María Aznar y su esposa, Ana Botella, que ejercieron de testigos.