Javier García Obregón y Eugenia Gil Muñoz están contando los días que faltan para darse el “sí, quiero”. Tras siete años de relación, el sobrino de Ana Obregón y su prometida han decidido pasar por el altar y no se han saltado ni la tradicional pedida de mano, que tuvo lugar el pasado mes de febrero. Será en mayo cuando suenen las campanas de boda para ellos, con la consiguiente alegría para toda su familia. Se les ve felices e inmersos en los preparativos del enlace, con el que darán un paso más en su sólida relación. Ahora bien, el comienzo de la misma fue más sorprendente y, al recordarlo, muy divertido para la joven pareja. Te contamos cómo se conocieron Javier García Obregón y Eugenia Gil Muñoz.
La Fashion Night Out es un evento en el que se puede disfrutar de una noche de compras, música y cultura, donde todo gira alrededor de la moda. Un amigo del padre de Javier era uno de los participantes, y el joven decidió invitar a una amiga a asistir, animándola a que fuera con sus amigas. Para coordinarse acerca de la hora y el sitio en el que iban a quedar, hicieron el típico grupo de WhatsApp. Y en ese grupo se encontraba Eu, que así es como llaman cariñosamente a Eugenia. Al descubrirla a través de la famosa aplicación, Javier comenzó a seguirla en redes sociales, algo que Eugenia interpretó como una muestra de interés hacia ella.
Cuando llegó la noche de la fiesta, Eugenia y Javier fueron presentados, pero él no le dirigió apenas la palabra, y ella pensó que era un borde, por lo que estaba decidida a no prestarle más atención. Sería más adelante cuando Javier confesaría que Eugenia le gustaba tanto que no fue capaz de hablar con ella con la simpatía y naturalidad que le hubiera gustado. Pero supo reaccionar a tiempo, y se encargó de que Eugenia supiera que quería que asistiera a una fiesta que se había organizado poco después. En esa ocasión, ambos pudieron conocerse y conectar.
Cuando llevaban poco tiempo juntos, Javier decide irse a Inglaterra de Erasmus durante seis meses. Como apenas se conocían, pensaron en seguir juntos hasta que él se marchara, pero no se veían capaces en ese momento de asumir una relación a distancias. Pero cuando llegó el momento, Javier le confesó a Eugenia que estaba tan enamorado que se comprometía a venir a visitarla cada mes. Y cumplió con su promesa. Así que a su vuelta continuaron afianzando su amor y ahora estamos deseando que llegue el día de su boda, que ambos esperan llenos de ilusión.