Amigos y familiares se han dado cita esta mañana en el madrileño barrio de Almagro para asistir a la boda de Javier García-Obregón y Eugenia Gil. La pareja se ha dado el 'sí, quiero', en una ceremonia religiosa con recuerdo a Aless Lequio (entre otros parientes homenajeados), con el himno de España o la banda sonora de 'Interstellar' sonando y con unos tres cuartos de hora de retraso debido a la tardanza de la novia. Los instantes previos y posteriores a la misa han permitido pasar lista a los aproximadamente doscientos invitados del enlace. Y ha habido imágenes destacadas: una de ellas, la de una de las hermanas de Ana Obregón, Amalia García Obregón, que ha acudido vestida de blanco.
Las inmediaciones de la iglesia de San Fermín de los Navarros, en el distrito madrileño de Chamberí, han congregado, al mediodía de hoy, a la gran mayoría del clan Obregón. Aunque han faltado la pequeña Ana Sandra, su sobrina, Celia Vega-Penichet y otras primas de Javier, todos los hermanos de la actriz y presentadora han estado presentes. También buen parte de sus sobrinos, pese a las mencionadas ausencias. No han faltado, evidentemente, los padres del novio, Paloma Lago y Javier García-Obregón, la mujer actual este, María Thevenet, y los tres hermanos del protagonista del día.
Ese paseíllo ha permitido echar un vistazo a los looks del evento. La novia y las dos madrinas (su suegra y su propia madre, que ha tenido también un importante papel) han vestido de la misma firma, Anmargo. La psicóloga ha optado por un modelo minimalista para su vestido de novia, con un lazo extragrande y guantes largos, una de las tendencia nupciales del momento. Su madre, Julia, ha vestido en rosa palo con falda plisada y escote lágrima. Su suegra, Paloma, ha escogido un vestido con capa, en un verde menta muy claro, lo que la ha hecho coincidir con el color escogido por Ana Obregón en su dos piezas de tweed.
Más allá de los y las grandes protagonistas de la boda, otros estilismos también han llamado la atención. Uno de ellos es el de Amalia, la tercera de las hermanas Obregón, que trabajó como modelo para posteriormente dedicarse al sector inmobiliario (como otros miembros de la familia), y que es madre de Amalia y Carolina Aresu, fruto de matrimonio con su exmarido, Giorgio. La tía del novio ha escogido, para la ocasión, un look en tres piezas, consistente en top blanco, con encaje en la parte inferior, pantalón en blanco roto, y chaqueta por encima en un tono salmón muy claro.
De esta manera, Amalia ha utilizado uno de los colores que los mandamientos no escritos de las bodas descartan utilizar. Es una de las prohibiciones habituales de ese protocolo social que existe en torno a las celebraciones nupciales. Muchas expertas en moda citan, además, la regla del 30% como porcentaje máximo permitido de este tono en el estilismo de una invitada. La costumbre, que en cualquier caso puede decaer si se cuenta con el beneplácito de la novia, ha decaído en cierta manera no obstante en los últimos años, en los que se ha abierto la puerta a los tonos pastel muy claros, como los lucidos en el evento hoy por Paloma y Ana.