Arras de boda: qué significan estas monedas, cuántas son y quién debe llevarlas

Las arras de boda y su entrega durante la ceremonia forman parte de una antigua tradición que muchas parejas mantienen a día de hoy. Esta costumbre se mantiene en muchos países y simboliza el compromiso y la prosperidad para el matrimonio. Te contamos todos los detalles que debes conocer sobre las arras.

¿Qué son las arras de boda?

Las arras de boda son, por lo general, monedas, aunque también pueden ser pequeños objetos de valor. Antiguamente se entregaban como garantía del matrimonio, y en España se utilizan en las bodas desde la Edad Media. A día de hoy, representan los bienes materiales que los recién casados se comprometen a compartir durante el resto de su vida, como símbolo de colaboración mutua y unión económica.

¿Cuántas arras se utilizan?

Lo habitual es utilizar trece monedas para conformar las arras nupciales. Este número simboliza la fortuna y la buena prosperidad para los recién casados. Pero depende de cada cultura utilizar un número de monedas u otro. Las monedas suelen ser de oro o plata y, a veces, son bendecidas por el sacerdote antes de la boda. Durante la ceremonia se portan en una caja especial o en una bandeja, siempre de una manera elegante. 

¿Quién lleva las arras?

Lo habitual es que las lleve algún niño de la familia, que suele vestirse con ropa de ceremonia para desempeñar su importante papel. En cuanto a la procedencia de las arras, es habitual que las regale la madrina, aunque también puede ser una persona o familiar cercano a los novios. En ocasiones, la arras las hereda uno de los contrayentes, lo que las hace aún más especiales.

¿En qué momento se entregan las arras?

Las arras se entregan durante la ceremonia, ya sea civil o religiosa, después de pronunciar los votos matrimoniales e intercambiar los anillos. Cuando llega el momento, la madrina o el padrino entregan las arras al novio en las manos, y este, a su vez, se las entrega a la novia. Después lo esperable es que las guarden en su casa el resto de su vida, o hasta que se las entreguen a sus hijos.