A la hora de configurar el estilismo del día de tu boda, tan importante es el vestido como los complementos que le añadan, donde el velo es uno de los accesorios más emblemáticos y vistosos. Sin embargo, dar con el modelo perfecto puede ser todo un desafío si se tienen en cuenta la gran variedad de estilos y tendencias que compiten actualmente.
Cuando se trata de dar con el que más se adapte a ti, lo primero que tienes que hacer es tener en cuenta que debe complementar tu estilo y la silueta del vestido que hayas elegido, en lugar de competir con él. También debe hacerte sentir segura, pues no hay nada menos favorecedor -e incómodo- que lucir un diseño con el que no te veas. Además, lo ideal es que puedas llevarlo durante toda la ceremonia y celebración.
Por otro lado, considera los detalles como el encaje, bordados o apliques que puedan complementar el diseño de tu vestido y que lo hagan aún más especial. Y por último, no dudes en probar todos los estilos antes de decantarte por uno, probablemente te sorprendas con el efecto que puedan causar en tu look.
A continuación, recopilamos algunos de los favoritos de las novias que mejor suelen combinar con los vestidos (y que más favorecedores resultan).
Es un velo corto que cubre el rostro de la novia y se puede retirar fácilmente para el beso o la ceremonia. Uno de los favoritos en España, pues es muy adecuado con los diseños más clásicos que siguen las tendencias nacionales, así como los modelos con encaje o más ‘boho’.
Es el velo más largo y majestuoso, llegando hasta el suelo y creando una aura de drama y elegancia. Ideal para los vestidos de novia de corte princesa con faldas voluminosas o de estilo más tradicional.
Es ligeramente más corto que el velo catedral, llegando hasta unos centímetros por debajo de la cintura, y aporta un toque de sofisticación sin ser demasiado ostentoso. Perfecto para los vestidos de novia de corte sirena, modelos con faldas más ajustadas de estilo semi-tradicional.
Añade un toque de glamour y feminidad sin sobrecargar el look. Encaja a la perfección con los diseños de corte princesa, con cinturas marcadas o de estilo romántico.
Recibe este nombre porque llega hasta la punta de los dedos y es una opción versátil que complementa la mayoría de los vestidos sin competir con el diseño. Encaja con casi cualquier estilo de novia.
Solo tapa el rostro es ideal para vestidos con detalles en la parte superior o para novias que desean un velo más discreto. Se lleva muy bien con los vestidos de novia de corte imperio, con faldas más fluidas o de estilo vintage.