Gracias a la serie Gambito de Dama, Anya Taylor-Joy vio como su carrera despegaba y pasaba a ser considerada una de las actrices del momento, un reconocimiento al esfuerzo que siempre puso en su carrera y que llegó en un momento personal no demasiado sencillo. El año anterior había sido complicado para ella, que se estaba recuperando de una ruptura sentimental, por suerte la vida parece que le tenía algo muy bueno reservado.
Siempre discreta con su vida privada, las primeras referencias a su relación con el músico Malcolm McRae comenzaron en 2021, pero sin llegar a confirmar una historia de amor, que no pudieron ocultar cuando las cámaras de los fotógrafos les captaron besándose por la calle. Después de eso, las noticias sobre la pareja se sucedieron rápidamente.
Se aseguró que poco después de que se confirmara la relación, ya vivían juntos y pasaban todo el tiempo que podían en la compañía del otro, comenzaron a compartir fotografías en redes sociales y pronto hicieron apariciones conjuntas en la alfombra roja. Él fue el acompañante de Anya en la mítica fiesta de Vanity Fair que se celebró tras la ceremonia de los Oscar en 2022.
Desde ese momento los rumores de compromiso rodearon a la pareja, que finalmente se dio el ‘sí, quiero’ en una boda secreta celebrada en Venecia en 2023. Un enlace a la medida de ambos, que parecen entenderse a las mil maravillas, apoyarse mutuamente y tener una gran complicidad, tanto en público como en privado.
En octubre de 2023, las fotografías captadas por los paparazzi hacían saltar todas las alarmas, parecía que la pareja se había casado en una ceremonia íntima celebrada en Venecia, pero ninguno de los dos protagonistas quiso confirmar nada al respecto. Varios meses tuvieron que pasar para que la actriz se decidiera a compartir en sus redes sociales algunas instantáneas de su gran día, confirmando de este modo lo que ya era un secreto a voces.
Sin embargo, esa publicación escondía mucho más que esta confirmación, pues la intérprete de origen argentino tenía una confesión que hacer. “Hace dos años, en April Fools (el 1 de abril se conoce con ese nombre, es un día similar al ‘día de los inocentes’ en España), me casé en secreto con mi mejor amigo en Nueva Orleans. La magia de ese día está arraigada en cada célula de mi ser, para siempre”.
En las imágenes no solo se podían ver algunos detalles del vestido de novia de Anya, un diseño de Dior, de escote recto y con pájaros bordados sobre un cuerpo cargado de brillos, con el que reflejaba la historia de amos que ambos han creado, también que la pareja compartió una tarta de boda que eran dos corazones anatómicamente correctos.
Junto a ellos estuvieron grandes amigos, como la modelo Cara Delevingne o el fotógrafo Sebastián Faena. Si bien la actriz habla de su boda en Nueva Orleans, las imágenes son del enlace que tuvo lugar en Venecia, para el que reunieron a 150 invitados y que celebraron en el Palazzo Pisani Moretta.