Teté Delgado y Anxo Carbajal coincidieron en 2011 en ‘Escoba!’, programa de la televisión gallega en el que surgió su historia de amor. Ahora, trece años después de cruzar miradas por primera vez, la pareja ha pasado por el altar en una boda que ha reunido a familiares y amigos y ha tenido lugar en Galicia, Comunidad Autónoma en la que los dos nacieron en 1965, - en Ferrol en el caso de la primera y Ourense en el del segundo-.
Este sábado 10 de agosto, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha salido a la luz, Teté ha celebrado su boda junto a Anxo en la playa Malpica de Bergantiños, en A Coruña. Es en este mismo municipio de la Costa da Morte donde nació el padre de la protagonista, razón por la que ha pasado las vacaciones de verano allí todos los años y se ha convertido en muy especial para ella. Allí fue donde firmaron el acta bajo la mirada del concejal de Obras y Seguridad y encargado de oficiar la boda, Miguel Ángel Fernández, tal y como ‘La voz de Galicia’ ha informado.
Para la ocasión, Delgado escogió un look casual aunque conservando el tradicional color blanco mientras que su ahora marido optó por una vestimenta más informal. Al finalizar la ceremonia, ambos se desplazaron junto al medio centenar de invitados al evento a una casa ubicada en la misma zona en la que degustaron los pescados típicos del lugar y disfrutaron de una fiesta frente al mar.
En marzo de este mismo año, Teté hablaba con ‘Semana’ sobre sus planes de futuro junto a su novio, que ya estuvo casado anteriormente: “No me ilusiona mucho la idea, la verdad. Él es una persona divorciada… Y si alguna vez nos casamos será para montar una fiesta muy gorda. En principio, lo que quiero es despertarme y que siga ahí, ¿sabes?”, explicó sobre la posibilidad de que ambos se dieran el ‘sí, quiero’.
Finalmente, según los hechos, habría cambiado de opinión y ha decidido poner el broche de oro a su relación con Anxo, de quien también se sinceró en la misma entrevista sobre los aspectos que consiguieron enamorarle: “Paciencia, sobre todo. Y tiene también que, cuando lo vi, me enamoré y se acabó. Él estaba vestido de uniforme con tricornio, y me fijé en él, cosa que no entiendo, porque no me gustan los uniformes para nada. Pero fue solo verlo, me dediqué al acoso y derribo, hasta que al final aceptó”, afirmó.