Una boda es una ocasión única para celebrar una fiesta memorable en la que cada uno de los detalles recuerde a vosotros. Más allá de la música y el catering, la decoración se torna clave para transportar a los invitados a vuestro universo personal. Sin embargo, todo lo relativo a hacer ese día especial significa también un desembolso de dinero, y es que ya se sabe que en lo que a deco respecta, la celebración de una boda no suele resultar muy económica.
Las parejas más ‘manitas’ pueden aprovechar la ocasión para personalizar muchos de estos detalles, agregando un toque artesanal y aún más personal a cada rincón, y por qué no, ahorrando unos euros (que nunca viene mal). Si estás buscando formas de agregar un toque distintivo a la decoración de las mesas, has llegado al lugar correcto: desde un photocall con jarrones de flores hasta un seating con manteles de mimbre y servilleteros personalizados, estas ideas harán que tu celebración sea siempre recordada.
Antes de entrar al banquete, puedes crear un rincón mágico donde tus invitados capturen momentos especiales con un photocall hecho a mano. Utiliza jarrones de diferentes tamaños y estilos, llenos de flores que coincidan con la paleta de colores de tu boda. Puedes elegir frescas o de papel hechas a mano para un toque más duradero. Coloca este photocall en una esquina estratégica y añade detalles como guirnaldas de luces o cortinas de encaje para una atmósfera aún más romántica.
Deja que los asistentes a tu enlace encuentren sus asientos de una forma encantadora con un seating artesanal hecho con manteles de mimbre como base, creando así un ambiente acogedor y natural. Puedes escribir los nombres de los invitados en tarjetas con tu caligrafía y colgarlas con pequeñas pinzas en dicho mantel. Este enfoque artesanal no solo es funcional sino también un elemento decorativo que añadirá calidez a la decoración de tus mesas.
Transforma tus mesas de boda en paisajes bohemios con caminos de mesa hechos a mano. Puedes incluir telas orgánicas como el lino o el algodón, o configurar un centro con cientos de velas de diferentes tamaños. Parecerá mágico.
Haz que la mesa sea más especial y que cada comensal la recuerde con cariño con servilleteros ‘handmade’ realizados en cuero, tela o cuerda (o el material que mejor vaya con tu personalidad). Personaliza cada uno con el nombre de cada invitado o con un pequeño mensaje de agradecimiento, quedarán encantados.
Entre plato y plato, los invitados pueden escaparse a este rincón en el que podréis recopilar todo tipo de recuerdos vuestros o con ellos. Un detalle fácil de hacer en el que con una buena remesa de fotos y marco tendréis prácticamente todo montado.
No te olvides de las sillas; dales un toque especial con cintas de encaje, lazos de tela o incluso pequeñas guirnaldas florales. Este detalle artesanal añadirá un toque vintage y romántico a la decoración general.