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Teresa Furquet es lo que hoy en día se conoce como 'microinfluencer', una figura que conserva la esencia de lo que un día fueron las influencers: el reflejo de una vida que podría ser la tuya. Ella, junto a su novio -ahora ya, marido- comparten su día da día a caballo entre su Zafra (Badajoz) natal y Boston la ciudad de Estados Unidos en la que ella trabaja. Teresa comparte sus outfits diarios, hilados por un estilo muy personal, con toques coloridos y a veces románticos. El más especial, el del pasado sábado: su vestido de novia para pasar por el altar. Se trata de un diseño con profusión de detalles mezcla de tejidos, técnicas y acabados, pero todo con sentido y en el que, sin esfuerzo, se vislumbra el estilo de la creadora de contenido pacense.
La creación ha estado a a cargo del modista madrileño que ha vestido a las novias más distinguidas de la alta sociedad madrileña y a quien depositó su confianza la infanta Cristina para diseñar su vestido nupcial: Lorenzo Caprile. Esta creadora de contenido se caracteriza por tener un estilo muy marcado en el que integra algunas de las tendencias del momento, una máxima que también se ha reflejado en su vestido de novia. Se trata de un diseño con una parte superior confeccionada en tejido semitransparente con escote barco y manga larga.
En el cuerpo se ha creado un patrón drapeado en diferentes direcciones que enriquece el diseño. Esta técnica es tendencia y también es ideal para los diseños de invitada. La reina Letizia la lució en un vestido de Roland Mouret en el concierto premio a los Premios Princesa de Asturias. El escote del vestido se remata con una vuela en el tejido que genera más pliegues y toda la parte posterior esta cerrada con botones funcionales forrados del mismo tejido.
La falda se confecciona con tejido calado bordado con patrón de flores dibujadas creando un corte en diagonal con la parte superior que dibuja la figura de la novia. Quizás la parte más espectacular del diseño es la cola desmontable del vestido, una pieza diseñada en color crema con acabado satinado en un tejido con cuerpo para dar volumen. Además de la propia cola que contrasta con el blanco impoluto de la falda, se añaden dos burbujas de volumen que forman una especie de lazo.
El diseño se remata con complementos muy bien escogidos. Para el pelo, decorando un sencillo moño bajo trenzado, una especie de maxiscrunchie formado por varias flores de tela blanca que lo rodean. Para los pies, unos originales zapatos firmados por Jacquemus, blancos, terminados en puntas y decorados, uno con un cuadrado y otro con un círculo.
Para el baile, Teresa decidió cambiar su vestido. Para este momento escogió un diseño vintage en un color champán que encontró en la tienda vintage Gossamer, especializada en atuendos para novias e invitadas. En su caso es un diseño que data de 1960: "Ojala en el video se apreciara bien, porque es mucho más bonito en persona. Está hecho de punto y cubierto entero de abalorios y lentejuelas", explica ella misma. El diseño decorado con labrados por todo el tejido se remata con varias tiras de plumas en el bajo. Añade unos zapatos planos dorados decorados con un gran lazo y los pendientes de reloj típicos del traje regional de Zafra, Extremadura, en su versión más grande.
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