El 6 de noviembre de 2015, Cayetano Rivera y Eva González se dieron el ‘sí, quiero’ en Mairena del Alcor, Sevilla, la localidad de la modelo. De esta forma, la feliz pareja ponían el broche más especial a una relación que comenzaba en el año 2008. Ambos se conocieron en una fiesta en la que las chispas entre ellos saltaron desde un primer momento.
No fue hasta febrero de 2009 cuando el torero y la maniquí decidieron confirmar su relación. Durante todo ese tiempo habían tratado de mantener su noviazgo en un discreto segundo plano, aunque eso sí, sin esconderse. Así, juntos hicieron varios viajes, que les llevaron hasta Italia o Turquía. Además, la primera vez que posaron juntos fue en el año 2010, cuando Cayetano se convirtió en la imagen de un conocido perfume. De esta forma, las preguntas sobre una próxima boda o paternidad no dejaron de estar presentes en todas las preguntas de los periodistas al hijo de Carmina Ordóñez. Él prefería callar.
“Nos llevan casando mucho tiempo y si no nos casan, nos separan”, comentó Cayetano en una intervención. Aunque eso sí, esos rumores de ruptura se convirtieron en realidad en 2014. En ese momento, el torero se fue a dar la vuelta al mundo y tuvo un percance en una pierna, lo que hizo que la pareja se volviera a unir. En agosto de ese mismo año retomaron la relación y, además, juntos se mudaron a una pequeña casa en el centro de Madrid, que se convirtió en su nidito de amor.
El 6 de noviembre fue el día elegido para jurarse amor eterno. El lugar fue de lo más especial: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Mairena del Alcor. Para ese momento, Eva se vistió con un romántico vestido de Pronovias. Además, para llegar a la iglesia lo hizo en un Rolls Royce negro y le acompañó Curro Vázquez, padrino de la boda.
La novia llegó unos veinte minutos más tarde de la hora a la que estaban citados los 400 invitados. Entre ellos estaban los cocineros Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera y, también, el hermano del novio, Francisco Rivera, que acudió junto a su mujer, Lourdes Montes.
El vestido de Eva era de lo más espectacular en la zona de la espalda, que contaba con encaje francés cosido a mano. Además, no pecó de excentricidad y fue reconocido como un vestido discreto y elegante. También, el diseño contaba con una larga cola, un velo y una preciosa diadema de diamantes de Suárez.
Su ramo estaba compuesto por rosas blancas y hojas verdes, que iba en perfecta sintonía con la decoración de la iglesia. El banquete y la consiguiente fiesta se celebró en la Finca Los Molinillos, un cortijo del siglo XVII. El cubierto se valoró en unos 86 euros por persona y estuvo servido por la empresa Miguel Ángel, de mucho prestigio en el sector.
Para la fiesta, Eva se deshizo de su vestido de Pronovias y optó por otro segundo diseño con una chaqueta de cordero rosado blanco firmado por Elena Benarroch. Este tenía la espalda al descubierto y unos apliques de joya en la cintura. Además, fue el propio Kiko Rivera quien animó e hizo que todos los invitados movieran su cuerpo al ritmo de la música.
Tras la boda, los novios se fueron de viaje de novios. El destino escogido fue Australia y Maldivas, donde disfrutaron de tiempo juntos. El 4 de marzo de 2018 nació su primer hijo en común, Cayetano, que se ha convertido en el pilar de sus vidas. Tras esto, llegaron los rumores de infidelidad por parte de Cayetano, que la pareja fue capaz de superar unida.