Hacía mucho tiempo que no veíamos a parte de la familia real española reunida de nuevo. Para ello, hemos tenido que esperar hasta la boda de Philippos de Grecia, el hijo pequeño del rey Constantino, y Nina Flohr, la primogénita del multimillonario suizo, Thomas Flohr. La ceremonia tuvo lugar el 23 de octubre de este mismo año en la catedral de Atenas, donde también se habían dado el ‘sí, quiero’ sus abuelos y sus tíos Don Juan Carlos y Doña Sofía y sus padres.
La ceremonia se llevó a cabo por parte de Jerónimo II en una celebración muy íntima, debido a las restricciones sanitarias vigentes y respetando los protocolos por el coronavirus. Así, los novios decidieron reducir su lista de invitados a unas cien personas y los demás siguieron la boda a través de una televisión en el salón del exclusivo hotel Grande Bretagne.
La novia se decantó por un impresionante traje de corte de princesa en seda blanca que se decoraba con un lazo grande, una sobrefalda y una cola. Este estaba firmado por la casa Chanel. Terminó el look con una bonita tiara que también llevaron Marie-Chantal y Tatiana Blatnik. La tiara, conocida como Antique Corsage, estaba provista de distintos diamantes y perlas que provienen de un broche de su bisabuela la reina Victoria de Suecia.
Uno de los primeros invitados en llegar fue el rey Constantino, en silla de ruedas, que entró junto a su hijo Pablo. Allí ya le estaban esperando Doña Sofía y la princesa Irene. Tampoco faltó a la cita la infanta Elena, que era una de las madrinas del novio. También estaban presentes la princesa Benedicta, Alexia junto a su esposo, Pablo y Marie-Chantal y la princesa Theodora. Sus familiares ingleses, como la princesa Beatriz y la princesa Eugenia, también quisieron estar presentes. Aún así, las miradas se centraron en la influencer Sassa de Osma, que se consagró como una de las más elegantes del evento.
Tras acabar con la ceremonia religiosa, todos los invitados se dirigieron al Club Nacional de Gimnasia. Allí se unieron otras celebridades griegas del mundo de la política y del espectáculo. Además, al día siguiente, los reyes organizaron un almuerzo en el Club Náutico de Atenas. Así, la boda se extendió durante tres días.