Lo de que los hijos llegan tras la boda es cosa del pasado. Muchas parejas se casan después de haber sido padres y otras llegan al matrimonio aportando hijos de relaciones anteriores. Y si para los novios el día de su boda es uno de los más importantes de su vida, para sus hijos la emoción no se queda atrás. Por eso es importante pensar en ellos a la hora de planificar el gran día, porque no solo estamos hablando de la consolidación de una pareja, sino de la de una familia.
Desde los preparativos hasta la luna de miel, hay un lugar especial para los hijos en una boda y por eso queremos darte estos consejos que te permitirán hacerles formar parte de un día que ha de ser inolvidable para todos.
Es muy posible que ya tengas muchas cosas claras sobre la decoración y otros detalles que quieres para tu boda, pero para involucrar a tus hijos en ella nada mejor que empezar por el principio. Dependiendo de la edad que tengan seguro que pueden ayudaros a elegir y preparar las invitaciones, el diseño de carteles para la boda….
Contadles cuáles son las opciones de menú por si quieren elegir ellos el infantil, pedidles consejos para detalles de vuestro vestuario, del peinado, del ramo… A la hora de hacer la lista de invitados, tened en cuenta que ellos también querrán tener cerca a sus amigos ese día, así que contad con su opinión en este punto.
También pueden acompañaros a visitar el lugar en el que se va a celebrar el banquete, a las pruebas de maquillaje o a elegir los regalos que se repartirán a los invitados. Seguro que ellos están deseando participar en todo, y eso es algo que hace aún más especial la preparación de la boda.
La tradición marca que sean los padres y madres los encargados de acompañar a los novios al altar, pero esto puede cambiar perfectamente y que sean vuestros hijos los que acompañen, de la mano o del brazo. Da igual si tenéis un niño o una niña, nadie mejor que ellos para acompañaros. De hecho, una opción que les encantará a ellos (y al resto de invitados) es que entréis todos juntos y hagáis el camino al altar cogidos de la mano. Este gesto tan simbólico está repleto de significado, porque en el fondo representa el camino que vais a iniciar todos juntos, aunque seáis vosotros los que os caséis.
La otra posibilidad es asignarles el papel de pajes, llevando el velo, las arras, pizarras en las que escriban sus deseos para vosotros o cestos con flores que caerán a vuestro paso. Puede que esto sea lo que les haga más ilusión. Pensad con ellos en todas las opciones que se os ocurran y dejadles elegir aquella con la que mejor se vayan a sentir.
Para vuestros hijos será una gran sorpresa descubrir que, en el momento de los votos, también tenéis unas palabras para ellos, y no solo para la pareja. Dejad claro que el compromiso y el amor que se celebra ese día también les incluye a ellos, porque al fin y al cabo sois una familia.
Del mismo modo que los novios intercambian anillos entre sí, también puede haber un intercambio con los hijos de un objeto simbólico, como una pulsera o un colgante, que represente la unión que existe entre padres e hijos. Será un precioso recuerdo de ese día y de lo que habéis construido que podréis conservar siempre.
Nos encanta la tendencia de los niños portando pizarras con mensajes para los novios o los invitados. Los hay de todo tipo, desde los más románticos hasta los que son todo humor. Si a ellos les apetece, seguro que triunfan por todo lo alto llevando su cartel.
Cuando vayas a preparar la sesión de fotos de recuerdo de tu boda, reserva una parte para haceros con vuestros hijos. Es una forma muy clara de formar parte para siempre de los recuerdos de boda y podéis conseguir imágenes muy hermosas.
Si tus hijos son mayores y tienen su propio móvil o cámara puedes pedirles que capturen los momentos que ellos consideren especiales, ya sea en foto o en vídeo. Un encargo que sin duda les hará mucha ilusión, además de hacer que se sientan involucrados en la celebración.
Ya que en las bodas suelen decir unas palabras las personas más allegadas a los novios, los hijos también pueden tener su espacio para dedicaros unas palabras. Déjales libertad, pero ayúdales para que sus palabras sean alegres y sinceras, tal y como corresponde a un día tan especial para todos.
A la hora de elegir las canciones las canciones que van a sonar durante la fiesta dejaos sorprender por sus propuestas y dejarles elegir algunos temas. Seguro que te asombra su creatividad.
Además, podéis hacerles partícipes del primer baile, ya sea con una coreografía que preparéis entre todos o bailando la primera parte de la canción con ellos. Luego podéis seguir vosotros y seguidamente invitar a sumarse al resto de comensales.