Para que todos puedan disfrutar de una boda relajadamente, nada mejor que contratar un servicio de animadores para los más pequeños. Con estos especialistas, los niños estarán entretenidos mientras los adultos disfrutan de la celebración. Además, la animación es una preocupación menos en e evento, lo que ayuda a reducir el estrés y los nervios de un día ya de por sí plagado de emociones.
La organización de una boda no es nada fácil: en poco tiempo, la pareja debe escoger su ropa, invitados, colocación, sesión de fotos o el menú posterior a la celebración. Al final de la lista, es conveniente añadir la animación infantil, especialmente si la boda es numerosa o cuenta con muchos niños, difíciles de contentar en un evento tan largo. Es un complemento clave que puede hacer de la boda un espacio mucho más divertido para todos; en Divinity te traemos algunas ideas para que puedas incluirlas en tu planning, dependiendo tanto de la edad de los niños como del presupuesto que manejes.
Tener un servicio de animadores infantiles contratados para el día de tu boda puede ser una gran ayuda a lo largo del evento. Ellos son especialistas y sabrán adaptarse de la mejor forma posible a las condiciones y espacio de la celebración, así como a la edad de los niños que quieran participar en los juegos. Si puedes, hazles llegar una lista con los invitados más jóvenes, para que puedan preparar con tiempo un buen repertorio.
La animación abarca todo: desde un equipo de dinamizadores hasta un mago o un grupo de payasos. Piensa en el evento y en cómo encajaría cada una de las posibilidades con el espacio y los invitados, y pide presupuesto para cada una de ellas; alguna encajará con vosotros.
La búsqueda de grupos de animación infantiles no es una tarea sencilla, especialmente si no tienes niños alrededor en los que poder fijarte “para ver lo que les gusta”. O quizás consideras que no encaja ni con tu boda ni con tu presupuesto: si es el caso, una de las mejores alternativas es contratar a un fotógrafo para que haga sesiones de fotos a los más pequeños.
Esta es una forma de mantenerles entretenidos, paseando entre los disfraces y el photocall, pero también de tener un recuerdo tierno y diferente del día de tu boda. Por eso, cada vez más parejas optan por esta opción en su ceremonia; tendrán un archivo fotográfico precioso y, además, entretendrán a sus invitados más jóvenes de una manera diferente. Dos pájaros de un tiro.
La música amansa a padres e hijos por igual. Por eso, una de las opciones más divertidas es contar, si tienes el espacio y presupuesto, con una discoteca móvil adaptada a los oídos de los más pequeños. Los hits de la radio, la canción de Doraemon o el último disco de los Cantajuegos; todo tiene cabida en esa ‘disco’, en la que no podrán dejar de moverse.
Con o sin animadores, es una opción a tener en cuenta, ya que divertirá a los niños y, además, les hará moverse. Ahora bien, si cuentas con profesionales, las posibilidades se multiplican: una discoteca puede convertirse en un karaoke, un espacio para las coreografías o el mejor escenario para divertidos juegos cooperativos.