La relación entre Rafa Nadal y Mery Perelló -que no Xisca- es de esas de toda de película, de toda la vida. Comenzaron a salir hace más de 16 años, cuando se conoció que uno de los tenistas más importantes del mundo tenía pareja. Siempre muy celoso de su vida privada, Nadal ni confirmó ni desmintió la noticia, pero sus paseos románticos por su isla, Mallorca, les delataron.
Además, ese mismo año, en 2005, él se hizo con su primer Roland Garros y allí estaba Mery, junto a su chico, acompañándole a recoger su premio. A partir de ese momento, la pareja comenzó a vivir una vida en conjunto, sin esconderse, pero tampoco posando juntos en los photocalls.
Así, la joven se puso a los mandos de la Fundación Rafa Nadal, lo que hizo que viajara mucho, y en la mayoría de ocasiones junto al tenista. Con el paso del tiempo nos dio a todos una lección de amor, convirtiéndose en una de las parejas más estables y naturales del panorama nacional. Es por eso que la boda no tardó mucho en llegar.
El escenario para ese momento tan especial fue la finca de Sa Fortaleza de Pollença en octubre de 2019 y los novios intentaron blindar su boda lo máximo posible. La novia entró en el recinto del brazo de su padre y lo hizo una hora tarde. En el altar le estaba esperando un nervioso Rafa Nadal, que no paraba de charlar con los testigos del enlace, que también eran sus amigos de la infancia.
Para ese día, el tenista se decantó por un chaqué gris confeccionado en una ligera lana fría y firmado por Brunello Cucinelli. Mery eligió con un diseño de manga larga con pedrería de Rosa Clará. Fue la diseñadora catalana quien también visitó a la mayoría de la familia, especialmente a a Maribel Nadal, que brilló con luz propia.
Al enlace acudieron más de 200 invitados y fue oficiado por el sacerdote Bartomeu Català. Tras la ceremonia comenzó el momento más distendido y divertido; el banquete. Este fue servido conjuntamente por el restaurante Tatel, Zela, Santi Taura y por Maca de Castro. El menú estaba compuesto por un canelón de carne con bechamel de trufa y una lubina en papillote. El postre fue un ‘no pastel’ de limón.
Entre los invitados acudieron grandes rostros como Feliciano López, Carlos Moyá, Marc López y David Ferrer. Aunque eso sí, los más esperados fueron los reyes Juan Carlos y Sofía, que fueron juntos a este enlace tan especial. Puede ser que faltaran muchas personas del entorno deportivo, pero Mery y Rafa quisieron que solamente acudieran las personas más íntimas y cercanas a la pareja. Para seguir con la discreción, los novios les quitaron los móviles a todos los allí presentes.
Para la posterior fiesta contaron con la espectacular voz de Julian Fontano, que entonó alguna de las canciones más conocidas y divertidas. Además, la novia decidió cambiarse de vestido y lució otro diseño de Rosa Clará con cuello halter y con un gran escote en la espalda.