Concha Velasco, tras una vida dedicada a la interpretación ha decidido despedirse de los escenarios. Este paso no ha sido particularmente fácil de tomar, ya que la intérprete tiene una carrera muy reconocida a su espalda y no le ha sido agradable decir ‘adiós’ a tantos años de esfuerzo y constancia.
Concha siempre ha sido una eminencia en el mundo del cine, de la televisión y del teatro. Y siempre ha tenido un incontable apoyo, tanto por parte de su familia como de sus fans. Así, han sido sus hijos quienes han querido apoyar a su madre en este momento tan trascendental.
Durante muchos años, Concha también tuvo un apoyo incondicional en su marido, Paco Marsó. Ambos se dieron el ‘sí, quiero’ el 18 de abril de 1977, aunque se habían conocido en 1964. En ese momento, ella trabajaba en una obra de teatro, mientras que Paco era un figurante nueve años menor. Un tiempo más tarde se volvieron a reencontrar. “No podía ser más guapo”, explicó Concha.
Este reencuentro, donde surgiría la chispa, sería en 1975 durante el rodaje de la película Mi mujer es muy decente. Por aquel entonces, la vida de Paco Marsó era muy diferente a la que tenía en 1964: era un actor reconocido y, sobre todo, con fama de rompecorazones. Pero eso a Concha no le importó y ambos comenzaron una relación de lo más intensa.
Así, los novios decidieron organizar una boda secreta, solamente invitando a aquella familia más directa. Fue Concha la encargada de escribir a sus más allegados a quienes citó para “cenar en Mayte”. El 18 de abril de 1977 se dieron el ‘sí, quiero’ en la iglesia de Pinar de Chamartín, que todavía se encontraba en obras.
Para ese día tan especial, Concha eligió una capa con capucha, un vestido plisado de Charo’s y unas sandalias de tacón. Entre los invitados nos encontramos con rostros tan conocidos como José Sacristán, Víctor Manuel o Pilar Bardem.
Durante ese 18 de abril, Concha ya se llevó su primer disgusto. “Aquella noche aquel Paquito de mi vida me dio el primer disgusto. Me dijo ‘ya voy para casa’, y no venía, no venía, yo asustadísima, llorando amargamente, llamando a la Policía, hospitales, a la Guardia Civil”, contó la actriz. Así, Concha decidió llamar a su suegra: “Ernestina, no sé que hacer, estoy agobiada”, a lo que ella responde: “¡Uy, hija! Ya te acostumbrarás”. Pero, lo cierto es que Concha no se llegó a acostumbrar. “Debí separarme a los 30 días de casarme”, confesó tiempo más tarde.
A pesar de los problemas, el matrimonio tuvo un hijo, Francisco. Tanto Paco como Concha ya tenían retoños de relaciones anteriores. Además, durante sus años de noviazgo y de casados, la actriz tuvo que hacer frente a numerosos rumores de infidelidad por parte de su marido.
En 2005, Concha contó que su matrimonio ya estaba muerto y enterrado. A pesar de todo, tardaron un tiempo en dar el paso y divorciarse. Cuando lo hicieron, Paco contó su experiencia en distintos platós de televisión, algo que no sentó nada bien a la actriz.
A pesar de todo, Concha sigue guardando un cariño especial a su exmarido. “No fuimos felices, pero le echo mucho de menos, la única ilusión que tengo en esta vida es que Paco se me apareciese”, contó en su entrevista. Paco murió en Málaga en 2010 debido a un derrame cerebral que había sufrido unos días antes.