Con una pandemia mundial que se ha instalado en nuestra vida, las bodas íntimas están más de moda que nunca. Básicamente porque así lo exigen desde el Gobierno con sus medidas de prevención y, por eso, el número de invitados debe ser muy limitado. Así, muchas parejas han visto cómo sus planes de un gran enlace se iban truncando y han tenido que recurrir a un ‘Plan B’. A pesar del shock inicial y de que, a lo mejor, no cumple con nuestras expectativas de boda soñada, sí que es cierto que este tipo de ceremonias tienen una infinidad de beneficios. El más importante será el precio, ya que te ahorrarás una buena suma de dinero. También, ese compromiso de tener que invitar a muchas personas tiene excusa: el coronavirus. Además, podrás disfrutar más de tu familia y de tus amigos y convertir ese momento en algo muy íntimo y personal.
Por eso, si no te queda otra opción, te habrás preguntado ya cómo se organiza una boda con muy pocos invitados. Pues bien, no dista mucho de un enlace común, aunque sí que habrá que seguir las medidas estipuladas. Es decir, nada de bailes, respetando la distancia de seguridad, utilizando mascarillas y, el catering, tendrá que ser con los invitados sentados. Aún así, lo mejor será que leas todo lo que tienes que llevar a cabo para que no te lleves un susto. Si has decidido contratar a una wedding planner, te lo dará todo hecho, ya que tendrá en cuenta todo lo estipulado por la Administración. Cada vez son más parejas las que apuestan por este tipo de ceremonias, así que, si te has visto obligada a ello, no pienses que puede ser una desventaja e intenta aprovechar el momento.
Lo primero que tendrás que hacer será definir la lista de invitados. Evidentemente, ten en cuenta que deberá ser una boda pequeña, así que no te vengas arriba. Comienza con tu familia más cercana y, luego, ve ampliando hasta poner un límite. Eso sí, debes olvidarte de tu familia lejana y de aquellas personas con las que no tienes una relación estrecha, ya que no podrán estar en esta lista. Una vez que hayas terminado con tu familia, continúa con tus amigos más íntimos y recuerda que es un enlace donde no hay compromisos. Como ya hemos comentado, una de las principales ventajas será que te ahorrarás una gran cantidad de dinero. Por eso, el presupuesto será mucho menor. Tanto si te has decantado por una boda civil como por una religiosa, la ceremonia tendrá que realizarse en un espacio que se adapte a tus gustos y, en este caso, a las necesidades impuestas por el COVID.
Al ser una boda íntima podrás decantarte por una pequeña parroquia y, en el caso de un enlace civil, podrás optar por una sencilla casa rural o una cabaña. Otra buena ventaja de este tipo de bodas serán las intervenciones de los invitados, ya que, al ser tan personal, habrá un ambiente muy especial. También, otro aspecto a tener en cuenta será el banquete, aunque, debido al coronavirus, tendrás que olvidarte de esos corners o pequeños puestos de comida temática. Al tener que estar todos sentados, lo mejor será que te decantes por una mesa larga o imperial, ya que la distribución en mesas redondas, al ser tan pocos invitados, quedará un poco pobre. Eso sí, ten en cuenta que tendréis que respetar la distancia de seguridad.
También, tendrás que tener en cuenta que, en una boda íntima, la decoración lucirá más. Esto se debe a que los espacios serán más pequeños y, por lo tanto, quedará todo más acogedor. Además, al invitar a personas solamente de tu confianza, podrás hacer hasta una boda temática. Por tanto, como hemos podido ver, las bodas íntimas te proporcionarán una infinidad de ventajas. Se podrá ajustar a un presupuesto más bajo, prestarás más atención a cada uno de tus invitados y podrás compartir momentos con todos ellos. Cuanto más invitados, más limitada estará la oferta de espacios. Tus invitados, al ser personas muy cercanas a ti, vivirán una boda muy intensa y con mucha emoción, y podrás personalizar cada uno de los detalles, incluso podrás inscribir el nombre de cada uno en los obsequios.