Se cumple un año de la boda de una de las parejas más mediáticas de nuestro país, la de la presentadora Pilar Rubio con el futbolista Sergio Ramos. Más allá de la expectación que suscitaba conocer todos los detalles posibles del enlace, la celebración destacó por algunas exigencias de la pareja a sus invitados, como la prohibición para ellas de vestir con determinados colores. En concreto quedaban fuera de los estilismos de las invitadas el rojo, el rosa, el naranja, el verde y, cómo no el blanco. Tampoco se permitía el acceso a la finca de la pareja con móviles ni ningún tipo de cámara, para asegurar la privacidad de la celebración.
Pero si algo llamó la atención fue la decisión de la pareja de que no asistiera a la celebración nadie que tuviera menos de 18 años, algo que puede chocar con la idea tradicional que tenemos de las bodas, consideradas por la mayoría como eventos de carácter familiar, es decir, en las que se da por hecho que los niños son unos invitados más.
Lo cierto es que la decisión de Pilar Rubio y Sergio Ramos, a pesar de ser llamativa y polémica, forma parte de una tendencia que excluye a los niños de determinados establecimientos, como hoteles, y también de celebraciones como una boda.
Si estás organizando la tuya y te gustaría que fuera un día solo para adultos, por las razones que seas, pero no sabes cómo plantearlo al resto de invitados, aquí tienes las claves para hacerlo.
El principal argumento de los novios para organizar una boda sin niños es que consideran que no disfrutan los menores y tampoco lo hacen sus padres, porque tienen que pasarse toda la celebración pendiente de ellos. Además, cuando se piensa en niños en una boda las imágenes que vienen a la cabeza es la de estos corriendo por la mesas, gritando o cantando, y eso puede resultar muy irritante para algunas parejas que quieren ver como en su gran día todo transcurre tal y como han planeado sin que nada ni nadie lo altere.
Se esté de acuerdo o no con esta idea, lo cierto es que las decisiones que se toman sobre cómo ha de ser cada boda en concreto les corresponde única y exclusivamente a los novios. Al plantear una celebración sin niños, lo más posible es que no todos los invitados estén de acuerdo con esta decisión, pero la última palabra es de los contrayentes y el respeto ha de estar por encima de todo.
Si habéis decidido que no queréis niños en vuestra boda, seguramente una de las cosas que más os preocupan es cómo comunicárselo a aquellos invitados que tienen hijos. Lo cierto es que, lo hagas como lo hagas, seguramente no puedas evitar que alguien se ofenda, pero por la parte que te toca, es importante que lo comuniques de manera directa y amable.
Para que no quede ningún tipo de duda, es fundamental que esa información aparezca en las invitaciones, de manera clara y amable. De esta manera te aseguras de que todo el mundo queda debidamente informado.
Si piensas de antemano que alguien puede ofenderse por esta decisión y quieres que la invitación no le caiga como un jarro de agua fría, no dudes en comunicárselo en persona. Una llamada a tiempo o veros en persona puede ser todo un acierto. Esto no significa que tengas que justificar tu decisión, pero ignorar los sentimientos de tus invitados de cara a la celebración de tu boda seguro que es algo que tampoco quieres.
Recuerda, es tu decisión y por lo tanto la correcta, por lo que debes ser clara en todo momento, al tiempo que desde la educación y el cariño cuidas de la gente que te rodea y a la que quieres a tu lado en un día tan especial.
Si has tomado la decisión has de ser coherente con ella y, como hemos dicho, contar con que es muy posible que algunos invitados te muestren su desacuerdo al respecto. Del mismo modo que estás pidiendo que se respete la forma en la que quieres celebrar tu boda, habrás de respetar que haya alguien que no quiera asistir si no puede hacerlo acompañado de sus hijos. Todo esto sin alimentar ningún tipo de polémica, sencillamente es una cuestión de respeto mutuo.
Si tienes hijos y te han invitado a una boda a la que no pueden asistir puede que estés dando palmas con las orejas pensando en la fiesta que vas a tener ese día. También es posible que no te parezca la mejor opción, pero que no te suponga un problema adaptarte. Si es así, no hay más conflicto.
Pero también es posible que se trate de una propuesta con la que estés en total desacuerdo y no te apetezca asistir a la celebración si no puedes hacerlo acompañada de tus hijos. En ese caso, una vez más desde el respeto a la decisión de los novios, te recomendamos que les comuniques cuanto antes que no vas a asistir, y que si lo consideras necesario les expliques tus razones, poniendo siempre por delante que es su boda y que tienen derecho a celebrarla como quieran, aunque tú no te sumes a ella.