Tras el parón que supuso el confinamiento a causa del coronavirus, las bodas han vuelto a celebrarse, pero adaptándose a las nuevas circunstancias. Las ganas de celebrar acontecimientos, incluyendo las bodas, no han desaparecido, y todos hemos hecho grandes esfuerzos por adaptarnos a las estrictas medidas de seguridad que rodean a cualquier tipo de evento.
Sabemos que la prudencia, la higiene y seguir las pautas marcadas son la única manera de poder disfrutar de esa boda que no se quiere aplazar, por lo que conocer cómo debemos hacer las cosas es fundamental para que la falta de seguridad no empañe un día tan especial.
A la hora de planificar una boda, una de las cuestiones que más puede preocuparnos es cómo realizar el catering para que este cumpla con todas las medidas de higiene y, al mismo tiempo, sea posible disfrutar de una buena comida en compañía de nuestros seres queridos.
Te contamos cómo se han adaptado los catering de boda a los tiempos del coronavirus, y qué pautas debe seguir tanto la empresa que contrates como los asistentes para que de ese día solo os queden buenos recuerdos.
Para poder reunir a un determinado número de personas el día de tu boda (que no puede exceder de 100 o 150 según la comunidad) necesitas un espacio amplio, en el que sea posible mantener las distancias de seguridad y que esté bien ventilado. Ambas cosas se solucionan celebrando el convite en un espacio al aire libre, en el que la comodidad y la seguridad son mayores, siempre que el clima lo permita. Si se trata de un espacio cerrado ha de ser grande y poder garantizarse la ventilación del mismo cada poco tiempo.
Eso sí, ya sea en interior o en exterior, has de asegurarte de que tus invitados pueden permanecer sentados para la comida, porque es la única forma de garantizar la distancia de seguridad entre los asistentes que marca la ley.
Las mascarillas y el gel hidroalcohólico se han convertido en nuestros compañeros inseparables en los últimos meses, y es fundamental que tus invitados cuenten con ambos durante la comida o la cena.
Comer sin mancharse las manos o la cara es difícil en ocasiones, y comer sin que se manche la mascarilla es sencillamente un milagro. Por eso las empresas de catering ofrecen el servicio de dispensadores de gel y mascarillas por toda la sala. Que tus invitados no tengan que preocuparse por esa cuestión, que además es ineludible, es un detalle que agradecerán y que les hará disfrutar aún más de la comida.
Nos encantan las celebraciones con mesas infinitas en las que se reúnen todos los invitados, pero de momento toca olvidarse de ellas. Los nuevos protocolos de seguridad exigen que en las mesas no haya más de 10 personas, por lo que no queda más remedio que repartir a los invitados en mesas más pequeñas. Además, entre mesa y mesa habrá que garantizar una distancia mínima de 1,5 metros, aunque en la mayoría de las empresas de catering procuran que esta distancia sea de 2 metros.
El reparto de invitados en las mesas es un quebradero de cabeza clásico, pero en estos nuevos tiempos se simplifica mucho, ya que la recomendación es que compartan mesa aquellas personas que sean convivientes o de la misma familia. Las mesas para niños también deberían evitarse y procurar que coman con los miembros de su familia.
Así que ya sabes cuál es el criterio para empezar a agrupar a los asistentes a tu enlace si quieres que haya cierto control sobre quién entra en contacto con quién. Y, por supuesto, excepto en el momento en el que se sirva la comida o la bebida, todos los asistentes deberán llevar puesta su mascarilla.
Algo que también desaparece es la costumbre de que los invitados se fueran levantando de su mesa para ir a saludar a los de otras mesas. Ahora no se pueden mover de la suya ni relacionarse con el resto de invitados durante la comida.
Se acabó aquello de meter todos la mano en la bandeja del queso o de las croquetas. El cocktail de bienvenida ya no es lo que era, y si quieres servir algún tipo de entrante o copa de bienvenida ha de hacerse siguiendo las pautas de no compartir objetos y no levantarse de la mesa. Para ello serán los camareros los que se acerquen a cada invitado y le ofrezcan un canapé servido en cubiertos individuales y desechables, y bebidas que se preparen y sirvan en ese mismo momento en cada mesa.
Dadas las circunstancias, para la comida no hay nada más apropiado que recurrir al menú tradicional e individual, ya que es la mejor manera de minimizar cualquier riesgo de contagio. Estaba muy de moda la opción de comer de bufé en bodas, con todo tipo de propuestas, pero en la actualidad resulta muy incómodo y nada práctico, ya que hay que acercarse a la mesa de la comida de uno en uno y hay que esperar a que alguien la sirva.
Sin duda uno de los momentos más esperados en cualquier boda es el de saltar a la pista tras la cena o comida, y disfrutar de la barra libre. Por el momento lo de bailar queda relegado a la intimidad del hogar y, en cuanto a las copas, se han de servir en la propia mesa por los camareros, porque el concepto de barra queda fuera de juego todavía.
Y sí, sabemos que son muchos cambios, pero también que las empresas de catering se han preparado para hacer frente a las nuevas circunstancias, como seguro que lo harán vuestros invitados si decidís no retrasar la fecha que teníais reservada para daros el “sí, quiero” y celebrarlo con todo el amor el amor del mundo y la mayor seguridad posible.