Chenoa y su pareja, Miguel Sánchez Encinas, siguen a la espera de poder darse el ‘sí, quiero’ en condiciones. El 14 de junio de 2020 debería haber sido la fecha en la que la artista hubiese caminado hacia el altar vestida de blanco, si la pandemia no hubiese paralizado el planeta. Según iban pasando los meses (confinamiento mediante) y se acercaba el día, cada vez eran menos las esperanzas para que este evento tan esperado por todos se pudiese celebrar. Finalmente, por una cuestión de seguridad y prudencia, decidieron suspenderla y traspasarla a este año. El panorama, sin embargo, no fue tan halagüeño cómo habían previsto y la pareja finalmente decidió ponerla “en pausa” indefinidamente.
Una larga espera que poco a poco llega a su fin. Laura ya ha escogido nueva fecha y sabe en qué ciudad formalizará su historia de amor con el urólogo. “Miguel y yo nos casamos en junio de 2022”, anunciaba en primicia en su revista de cabecera. “Estábamos entre Madrid y Mallorca, y al final nos decantamos por mi tierra. A él le hace mucha ilusión que nos casemos en mi casa. Después de tener que posponerla, no cancelarla, por la pandemia, nos hace muy felices tener ya la fecha”, no ocultaba su entusiasmo la también presentadora, que afirmaba que habían esperado a que todo volviese más o menos a la normalidad para retomar los preparativos.
Un enlace que, desafortunadamente, no podrá ser como habían planeado en un primer momento. “Antes de la pandemia, quería hacer algo grande. Ahora sé que será algo más íntimo, más pequeño, por circunstancias lógicas. Los dos tenemos familiares muy mayores y queremos protegerlos”, se justificaba. Su lista de invitados, por lo tanto, ha tenido que disminuir considerablemente. Si en noviembre del 2019, al poco tiempo de anunciar su compromiso, tenía claro que sus compañeros de Operación Triunfo recibirían su invitación; ahora, dos años después, la cosa ha cambiado: “Tengo pensado organizar una cena con ellos en algún momento para celebrarlo, pero será una boda íntima y no podré invitarlos a todos”.
Variaciones inevitables en la organización y también en su look nupcial. Ella continúa depositando su confianza para el secreto mejor guardado, su vestido de novia, en su amigo Hannibal Laguna, que ya ha tenido la oportunidad de que lleve sus diseños en otro tipo de eventos: “Es muy coherente con su personalidad, tiene ese punto que nos hace a la mujer muy femenina, pero también es un diseñador práctico y eso me gusta”, desvelaba hace tiempo las claves de su decisión. Ahora, casi dos años después, Chenoa ha pedido al experto en moda “empezar otra vez” de cero: “Por suerte no había cortado la tele cuando estalló la pandemia […] En este tiempo que ha pasado, he cambiado de idea y lo quiero un poco diferente”, admitía sin entrar en detalles.