El catering será uno de los momentos más esperados tanto para los invitados como para los novios. Será en ese momento cuando, tras pasar el emocionante momento del enlace propiamente dicho, todos puedan relajarse. Será muy importante hacer una buena elección. Muchos novios caen en el error de contratar platos exclusivos para sus invitados y que pueda parecer poca cantidad de comida al final del día. Por tanto, lo mejor será contratar un catering que sea elegante, pero a la vez que nos asegure que los propios novios, así como familiares y allegados vayan a salir contentos del evento.
De esta forma, habrá que tener una serie de ideas claras antes de contratar a alguna empresa. Aunque eso sí, será muy importante que tanto vosotros como la persona encargada de organizar la boda, os involucréis en este proceso. Además, también podréis pedirle ayuda a algún familiar o amigo, para que dé el visto bueno a la cata. Pero, ¿qué aspectos tendréis que tener en cuenta?
Lo primero que tendréis que pensar es cuándo se va a celebrar el evento. No serán los mismos platos para un enlace de verano, que de invierno o primavera. Por eso, lo más importante será que tengáis en cuenta que durante los días de más calor, a vuestros invitados les apetecerá probar platos más frescos y ligeros. En cambio, en los meses de más frío, lo más recomendable serán las opciones calientes. Independientemente, será esencial que os dejéis llevar por aquello que más os gusta.
Será muy importante contratar el catering con tiempo, para no estar preocupados hasta el último momento. Además, el número de invitados y el estilo de la boda condicionarán la elección. Si lo que queréis es un entorno más clásico y tenéis una gran cantidad de asistentes, lo más recomendable será un banquete tradicional, con mesas grandes y redondas y con los invitados sentados. En el caso de que sea una boda multitudinaria, pero queréis huir de los convencionalismos, lo mejor será que os decantéis por opciones más prácticas y originales.
Una idea para sorprender a tus invitados será organizar un cóctel y un bufet con distintos puestos de comida. Eso sí, la comida tendrá que ser sofisticada para que no dé un aspecto demasiado dejado. También, los caterings en ambientes más desenfadados y rurales se han convertido en una buena opción, donde predominan las largas mesas de madera, decoración chic y vajillas vintage, con luces tenues y platos originales y novedosos. En el caso de que queráis decantaros por este tipo de catering, nos podremos encontrar con una versión de catering picnic, que será más económico. En estos, suele predominar la madera y los elementos ecológicos.
Será importantísimo acudir a una cata. Cuando ya tengas varias opciones finales de catering, dependiendo de las referencias y de la información que hayas obtenido, será esencial llevar a cabo uno de los momentos más divertidos: probar la comida. Esta degustación tendrá que ser clave para conocer los diferentes menús. Así, debe existir una combinación entre la calidad y la cantidad del plato. Ambos aspectos serán fundamentales y, además, podréis buscar sensaciones más especiales e inesperadas.
Otro aspecto que deberéis tener en cuenta serán los detalles. Será esencial que preguntéis a vuestros invitados si alguno sufre algún tipo de alergia o intolerancia, ya que estas están a la orden del día. Por eso, habrá que buscar un catering que tenga estos dos factores en cuenta y debes comprobar que la empresa no tiene ningún problema en buscar otras opciones. Además, a raíz de esto, habrá que tener en cuenta la capacidad de la empresa para hacer frente a los cambios y a combatir problemas.
De esta manera, no estaría de más contar con distintas alternativas y de pagar un seguro de cancelación del catering en caso de aplazamiento o anulación de la boda. Además, en estos tiempos que corren, donde no sabemos qué va a suceder en un futuro cercano o lejano, será muy importante tener bien atado todo, en caso de que haya algún imprevisto de última hora.