Cuando planeamos el banquete de una boda no solo se decide el catering y el menú, que también, pero igual de importante y esencial es la decoración de la mesa. Y esta va de la mantelería, con su mantel y sus servilletas, pasando por la vajilla, el centro de mesa, los carteles para identificar a los invitados, etc., hasta los vasos y copas y la cubertería.
Y como ocurre también en cuanto al vestido de novia y los detalles del look del novio, en lo que a la mesa se refiere también hay tendencias. En este campo también los clásicos son cosa del pasado y se apuesta por vajillas modernas, ya no con tantas florituras, sino más sencillas y monocromáticas y minimalistas y la cubertería original. De hecho, si hay unas cuberterías que se llevan en este momento más que cualquier otras para una boda, esas son las cuberterías doradas.
A priori, las cuberterías doradas pueden parecer demasiado atrevidas e incluso arriesgadas, ya que su color oro y brillo las convierte en protagonistas de la mesa, pero, sin duda, apostar por ellas será todo una cierto pues se trata de un tipo de cubertería original donde las haya, que dará personalidad a tu boda. Algo que se busca desde el primer momento en el que empezamos a planearla. Porque si de algo está hecha una boda es de detalles únicos que la hagan especial e irrepetible en la memoria de los novios, sí, pero también en la de los invitados. Y las cuberterías doradas son un elemento perfecto y hasta clave para ello.
Pero por si todavía no te has convencido de que necesitas una cubertería dorada en tu boda, estas razones van a hacer que no puedas negarte a ellas bajo ningún concepto.
Cuando la cubertería es plateada (que es la más común), aunque da brillo, la responsabilidad del color suele recaer sobre otros elementos de la mesa y esta tiende a ir mucho más decorada y hasta recargada. Con las cuberterías doradas, estas dan un toque dorado, por lo que se convierten en un elemento principal de la mesa y no en un accesorio más pues no se recargará tanto la decoración, algo que puede ser peligroso, o si los centros son excesivos se suavizarán. En definitiva, aporta un equilibrio. Eso sí, apostar por una cubertería dorada no significa que haya que renunciar a otros colores o a centros de mesa impresionantes. De hecho, la cubertería dorada los potencia.
Y no solo por ese equilibrio, sino porque el color dorado cuando tiene el brillo justo y un poco matificado, sin ser demasiado amarillo, sino más bien discreto concede elegancia y sobriedad, dando ese toque de distinción que se acentúa especialmente sumado al blanco roto y a los tonos pastel.
En contra de lo que pueda parecer, con esas vajillas modernas y también originales no es la cubertería de plata la que más se combina, a pesar de que sea más discreta y parezca que deja el protagonismo a esas vajillas, son las cuberterías doradas sus mejores aliadas. Justo porque ocurre lo mismo que con el resto de la mesa, las resalta, no crea contraste sino una combinación lineal, armónica y con estilo. Además, las cuberterías doradas mate y con siluetas casi geométricas y minimal son tendencia en decoración de mesas.
Pero lo mejor es que, aunque el dorado sea un color potente, con fuerza y presencia por sí mismo, lo cierto es que las cuberterías doradas encajan en cualquier boda. Ya sean más clásicas o más modernas, de verano, de otoño o de invierno, al aire libre o en salón, con mesas más o menos recargadas, e incluso también combinan con las bodas más rústicas en las que ahora no se pone mantel y se come sobre la mesa de madera antigua.
Además, esta versatilidad llega también a los distintos tipos de decoración de la mesa. Da igual el color y el estilo porque el dorado pega con todo. Eso sí, si quieres sacarle mucho partido, una tendencia actual en decoración de mesas nupciales y eventos es la decoración tropical. Esta se caracteriza por, además del blanco, que no puede faltar en una boda, tonos turquesas y verdes que se suavizan sin restarse personalidad con la cubertería dorada.
A pesar de que las cuberterías doradas estén a la moda y sea un estilo de cubertería original, no siempre nos atrevemos con ella por la imagen de cubertería dorada que se nos viene a la mente y porque creemos que va a ser demasiado llamativa. Pero nada más lejos de la realidad. Hay muchos tipos de cuberterías doradas, con el tono oro más o menos potente, que pueden ser más o menos brillantes, más o menos amarillas, etc. Las hay masificadas, de oro rosa y también otras que solo llevan una parte en dorado y la otra de otros materiales más suaves y otras que no llevan florituras y que son minimalistas y sencillas. Para gustos, las cuberterías doradas.