Es el día con el que has soñado durante mucho tiempo, y aunque tienes que delegar muchos detalles para que todo salga como quieres, puedes reservar alguno que te resulte muy especial para encargarte tú misma. El DIY es capaz de transformar una boda convencional en una celebración en la que puedes dejar tu impronta personal sin renunciar al glamour. Piensa en qué detalle puedes sentirte más hábil a la hora de ponerte manos a la obra y toma nota de las ideas que te dejamos a continuación para que el día de tu boda sea inolvidable para ti y para quienes te acompañan.
Cada vez son más las parejas que se apuntan a la iniciativa de preparar a mano las invitaciones. Se trata de un gesto de lo más personal que hará que tus invitados sientan que realmente es importante para ti su asistencia en un día tan importante. Puedes dejar volar tu imaginación y probar con acuarelas, diferentes caligrafías y materiales, aprender una técnica de scrapbooking… Si te gusta el resultado es muy posible que te animes también a crear tus propios recordatorios de boda.
El ramo de flores es sin duda el complemento más especial que puede llevar la novia el día de su boda, así que ¿por qué no elaborarlo ella misma? Si quieres crear tu propio ramo nupcial has de saber que no es muy complicado, solo necesitas un poco de habilidad y ganas. Empieza a pensar con tiempo cómo te gustaría que fuera y practica, si quieres, con flores artificiales. Piensa en el tamaño que quieres, qué tipo de flores serían las predominantes, y habla con tu floristería de confianza para que las tengan preparadas el día que las necesites.
Preparar una corona de flores como tocado para el día de la boda puede ser aún más sencillo que elaborar el ramo. Puedes probar con flores naturales, flores de tela, flores de cera o combinar diferentes tipos. Y quien dice corona, dice diadema o cualquier otro tipo de tocado con el que te sientas más guapa e identificada.
Pónselo fácil a tus invitados y prepara cucuruchos de papel con arroz o confeti, para que os lo puedan lanzar al terminar la ceremonia. Si preparas también tú misma el confeti, podrás elegir los colores que creas que son más acorde con las tonalidades que has elegido para ese día.
Otra opción de máxima tendencia es tanto lanzar hojas verdes que habrás recolectado antes, o transformar esas mismas hojas en confeti con las correspondiente máquina trituradora o de hacer agujeros.
Un seating plan hecho por ti es otro detalle que hará que tus invitados se sientan especialmente mimados. Nos encanta la idea del mural en el que cada uno debe buscar su foto para saber dónde sentarse, porque evidencia que has tenido que pensar en cada persona más de un par de minutos.
Si buscas algo más delicado, escribir el nombre de cada uno en una hoja y ponerla en el sitio que le corresponde es la idea que andabas buscando.
Olvídate de la uniformidad y saluda a la variedad y la originalidad. Decorar las mesas con centros de flores te abre un mundo de infinitas posibilidades, en el que puedes elegir todo tipo de recipientes (jarrones, latas, cestas de mimbre…) y de flores. Puedes hacer todos iguales o que cada mesa sea diferente. Lo único que importa es que disfrutes haciéndolo y sientas el placer de cuidar las mesas de tus invitados de una manera personal.
Si sois una pareja con dotes para la repostería sería una dulce sorpresa para vuestro invitados encontrarse con un rincón de postres preparados por vosotros. Un detalle que sin duda no olvidarán jamás y que os colocará en lo más alto del top de bodas especiales.
Los regalos para los invitados han cambiado mucho en los últimos tiempos, y atrás quedaron aquellos recordatorios que se colocaban en estantes o vitrinas en el salón de casa. Ahora prima lo personal, lo útil y aquello que tenga un contenido emocional. Es tendencia regalar, por ejemplo, jabones artesanales, y si quieres puedes hacerlos tú misma y dejar el listón por todo lo alto.
Si se te da bien la cocina, las mermeladas artesanales también están de moda, y qué mejor que un tarrito para cada invitado con una hecho por vosotros.
Hay dos razones poderosas para que elabores tu propio libro de firmas. Uno de ellos es que es un recuerdo que querrás conservar toda la vida, y cuanto más a tu gusto esté, mejor. El otro es que si está hecho de manera artesanal, tus invitados se sentirán aún más motivados a firmar en él. De nuevo, las opciones son tantas como tú imagines, y podrás ir haciendo diferentes pruebas hasta dar con lo que buscas.
Un rincón para descansar, la propia mesa de la comida o cualquier otra posibilidad que imagines es posible hacerla con aquellos elementos con los que cuentes o que te parezcan idóneos para que tus invitados se sientan cómodos, como cojines en el suelo, mesas de madera, iluminación tenue...