Las bodas son unos eventos muy especiales que, en algunas ocasiones, pueden convertirse en un poco pesadas para los invitados. A pesar de que hay bodas donde no se deja de bailar, cantar y divertirse, sí que es cierto que otros enlaces son más aburridos y hará que ese momento dure una eternidad. Por eso, para que esto no suceda, lo mejor será que te hagas con un buen maestro de ceremonias. Lo cierto es que siempre puedes hablar con una empresa especializada en bodas para que te organice todo, aunque, también, podrás pedirle el favor a algún amigo o familiar. El maestro de ceremonias se encargará de guiar y presentar la ceremonia, de una forma divertida y distendida. Esto hará que la pareja pueda olvidarse de cómo se desarrolla la boda y pueda centrarse en ese evento tan especial.
Sí que es cierto que esta figura sigue siendo bastante desconocida para muchas personas, que no saben de su existencia. Si te has decantado por una boda civil, necesitarás, sí o sí, la ayuda de un maestro de ceremonias. Su papel será el de oficiar la ceremonia y de ser el conductor de esas emociones, sentimientos e historias durante el enlace. Además, será cómplice de vuestra historia de amor. Por eso, será importante que sea alguien de vuestra máxima confianza y que os conozca al cien por cien. Si no encontráis ningún voluntario, siempre podrás hacerte con los servicios de alguna empresa especializada. Si os decantáis por esta opción, lo mejor será que os reunáis con esta persona para que sepa todo sobre vosotros.
Más concretamente, el maestro de ceremonias es aquella persona que se encarga del protocolo de un evento. En una boda civil, su labor es la de ejercer de principal comunicador, dotando de significado y ritmo el evento. También, presentará a otras personas que vayan a participar en el enlace, lo que hará que este sea más llevadero. Además, el maestro de ceremonias se dedicará a oficiar el enlace a través de un discurso emotivo, que recogerá vuestra historia de amor como si la hubiera vivido él mismo. Por eso, su misión será captar vuestra esencia como pareja. Además de conducir la ceremonia, será capaz de transmitir las emociones y los sentimientos creando momentos muy emotivos durante la boda. Otra de sus tareas importantes será la de crear un guion, en el que se establecerá quién intervendrá y en qué momento se hará. También, el maestro podrá echaros una mano si hay personas de distintas nacionalidades, ya que podrá hacer las labores de traductor.
Un buen maestro de ceremonias sabrá cuánto tiene que hablar y que no tiene que centrar toda la atención en él, ya que la importancia la tienen los novios. Por eso, se encargará de mejorar el ambiente y que transmita serenidad y que module las emociones haciendo que esa historia que cuenta al público, se viva en primera persona. Además, tendrá que mantener un semblante cómico, modular la voz y vocalizar para enfatizar cada parte de la historia. Eso sí, el maestro de ceremonias tendrá que adecuarse según el tipo de enlace por el que os hayáis decantado. Si os decantáis por una ceremonia tradicional, se tendrán que leer tres artículos de la Constitución y no existirá mucho más discurso. Aunque eso sí, aunque sea una ceremonia muy rigurosa, sí que es cierto que se podrá leer un texto personalizado.
Si queréis salir de lo establecido podréis darle una vuelta a la ceremonia civil. Es decir, la podréis diseñar a vuestra manera y personalizarla completamente. Por eso, en ese momento, podréis darle más importancia al maestro de ceremonias. Además, podréis dejar que intervenga quien quiera en la ceremonia. Una de las ventajas que tienen este tipo de bodas, que pueden realizarse tanto interior como exterior, es que serán mucho más económicas y dependerán del gusto de los novios. Una vez que hayas decidido el tipo de boda que quieres, tendrás que decantarte por el ritual que más se ajusta a vosotros. Dependiendo de uno u otro, el maestro de ceremonias desempeñará distintas funciones. No será lo mismo en un ritual con velas, vino, globo o arena.
Una vez que ya tienes todo pensado, lo mejor será que te reúnas con el maestro de ceremonias para que quede todo cerrado. Así, él sabrá perfectamente qué es lo que tiene que decir y cuándo tiene que hacerlo. Por eso, será tan importante que exista una cierta complicidad entre esta figura y la pareja.