Maquillaje de invitada para deslumbrar en una boda de día
El maquilljaje de una boda de día debe ser natural, pero eso no significa que no haya de estar cuidado.
Consigue un maquillaje sofisticado y elegante que, además, ofrezca tu mejor versión y la más natural.
Sabemos que la gran protagonista de una boda es, sin lugar a dudas, la novia, pero si estás invitada a ese gran día no solo vas a querer lucir una imagen perfecta para ser la perfecta acompañante, sino que además vas a querer destacar. Y es que eso es también una boda: un día en el que queremos ofrecer nuestra mejor versión, tanto por dentro como por fuera. Para conseguirlo hay que tomar las decisiones adecuadas, que comienzan por elegir con mucho mimo el look, cuyo punto de partida es el vestido. A partir de ahí podrás pensar en el peinado y los complementos, pero no debes dejar de prestar atención al maquillaje. Será clave a la hora de mostrarte elegante, sofisticada y, sobre todo, natural, para que puedas realzar toda tu belleza.
Primer paso: elije el look que vas a llevar
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No nos referimos solo al vestido, aunque el color de este va a ser una guía imprescindible a la hora de pensar en el maquillaje, tanto para armonizarlo en los mismos tonos, como para crear contrastes sorprendentes. Pero eso implica que has de saber también cómo vas a ir peinada y cuáles van a ser los complementos. Pruébate todo junto cuando lo tengas, y a partir de ahí podrás empezar a componer qué tipo de maquillaje necesitas.
Préstale atención a tu piel
Para que un buen maquillaje luzca como deseamos es fundamental aplicarlo sobre una piel limpia y cuidada a diario. Por supuesto que el mismo día de la boda puedes utilizar un producto flash y ayudar a mantener el acabado, pero aprovecha los días previos para realizarte una buena exfoliación y aplicarte una mascarilla específica según sean las necesidades de tu piel. Te aseguramos que el resultado puede mejorar, y mucho.
La prebase, imprescindible
Es uno de esos productos que marcan la diferencia y del que no deberías prescindir en ocasiones especiales, como es el caso de una boda. Las prebases sirven para ayudar a fijar el maquillaje y que dure más tiempo, pero también ayudan a unificar el tono de la piel y a cerrar los poros. Hay prebases diferentes para rostro, ojos y labios, y todas consiguen su objetivo. Aunque parezca que en principio solo queremos que aguante la base de maquillaje, lo cierto es que también agradeceremos, y mucho, que las sombras de ojos y el labial permanezcan en su sitio el máximo tiempo posible.
La base de maquillaje
Como hemos dicho al principio, el maquillaje para una boda, sobre todo si es de día, ha de ser lo más natural posible. Esto significa que debemos evitar el efecto máscara y buscar un tono de base lo más parecido posible al de nuestra piel para que se funda con ella sin ofrecer un resultado artificial.
Además de elegir el tono correcto, debemos aplicar el maquillaje con esmero para que no queden cortes en el contorno del rostro. Difumina bien hasta el cuello y atenta al peinado, porque si vas a llevar un recogido tienes que prestarle atención a las orejas y difuminar el maquillaje también hacia ellas.
Si tu objetivo es subir el tono, déjale esa misión a los polvos bronceadores que puedes aplicar al final con una brocha. Un maquillaje demasiado oscuro, además de contrastar negativamente con el tono más claro de tu piel, te hará sumar años de manera innecesaria.
El corrector, aliado y enemigo
Es absolutamente imprescindible para conseguir un buen resultado, pero al igual que ocurre con la base, si no elegimos el tono adecuado y lo aplicamos correctamente, no solo no jugará a nuestro favor, sino que irá en nuestra contra. Existen diferentes tonalidades de corrector: amarillo, violáceo, beige… según tu tono de piel y el de tu ojera. Antes de elegir, déjate aconsejar por un buen profesional para saber cuál es el que necesitas en cuanto a la aplicación, recuerda que menos en más, y no abuses de la cantidad. Evita la zona inferior del párpado y fíjalo con polvos traslúcidos lo más ligeros posible para evitar que se desplace con el calor y el paso de las horas.
Sí a los polvos matificantes
Nos referimos a los mismos polvos traslúcidos con los que te recomendamos fijar el correctos. Son polvos sin color que matificarán el maquillaje, evitando brillos innecesarios. Sobre todo si tu piel es grasa o estamos hablando de una boda de verano, en la que vamos a necesitar mantener el sudor a raya. Solo necesitas una pequeña cantidad de producto, aplicado con brocha, y puedes llevarlos en el bolso para repetir su aplicación tantas veces como necesites.
Maquillaje de ojos y labios
La clave del maquillaje de ojos es que aciertes con el tono de las sombras y ahí la recomendación es clara: elige tonos claros en gamas de efecto natural como rosas, beige y marrones, según sea el color de tu vestido, para aplicar en el párpado móvil. Después elige una sombra algo más clara para la zona del lagrimal y debajo de las cejas.
No prescindas de trazar la raya del ojo, pero procura que esta sea fina y esté bien difuminada, preferiblemente en negro o marrón, y haz lo mismo debajo de las pestañas. El truco: utiliza para la línea interna del párpado inferior un lápiz color maquillaje, y en la línea de agua del párpado superior un lápiz negro. El resultado es espectacular y 100% natural.
Utiliza una buena máscara de pestañas y aplícala dos veces para realzar al máximo tus ojos. No te olvides de las cejas, y rellénalas con un lapiz en tonos marrones para terminar de enmarcar tu mirada.
Para los labios, nada como los tonos nude y rosados, que puedas retocar sin problema a lo largo del día y te confieran ese look natural que buscas, y donde no puedas encontrarte una sorpresa en las fotos de recuerdo con el pintalabios rojo corrido o cubriendo solo una parte de la boca.