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Parte de los preparativos de una boda se centran en los novios: vestido, traje, maquillaje… Pero hay otra que se centra en los invitados y en hacer que la celebración sea inolvidable también para ellos. El ejemplo más claro, y al que hay que prestar mucha atención, es el menú de boda. Y lo es no solo porque quieras que lo disfruten todos, sino porque tienes que atender a necesidades tan importantes como alergias y dietas de carácter personal para garantizar tanto la salud como el bienestar de tus invitados.
Las alergias alimentarias están a la orden del día, ya que cada vez se detectan en más gente y a más tipos de alimentos. Por lo que no puedes dar por hecho que todo el mundo va a poder comer de todo el día de tu boda. Por otro lado, las dietas veganas y vegetarianas son una opción que cada vez eligen más personas y que no debemos considerar una excepción, sino un estilo de vida y una sensibilidad que es necesario tener en cuenta y respetar.
Con todo esto puede parecer que diseñar un menú que atienda a todas las particularidades de tus invitados es casi una misión imposible, pero solo necesitas seguir ciertas pautas para que todos disfruten como quieres del banquete.
Antes de nada, es importante que estés al tanto de cuáles pueden ser las necesidades de tus invitados. En el caso de las alergias e intolerancias, la celiaquía es cada vez más diagnosticada. Tus invitados celíacos no pueden comer nada que lleve gluten, una proteína que se encuentra normalmente en las harinas, y que descarta de su dieta el pan, la pasta o la cerveza.
La intolerancia a la lactosa excluye de quienes la padecen tanto la leche como todos los derivados lácteos: quesos, nata, bechamel… Aunque en principio solo ocasiona problemas digestivos también pueden producirse reacciones alérgicas más graves, así que es fundamental tenerlo en cuenta.
En cuanto a la alergia a determinados alimentos las hay de todo tipo, pero destacan algunos como los frutos secos, el huevo o algunas frutas.
Cada vez son más las personas que deciden, de manera voluntaria, excluir de su alimentación todo tipo de alimentos de origen animal y extenderlo a su modo de vida. Los veganos, por ejemplo, procuran no vestir prendas que incluyan piel animal, ni usar productos cosméticos que hayan sido testados en animales. Es decir, más allá de ser una dieta, es una sensibilidad que conduce a un estilo de vida que debemos respetar para que nuestro invitado se sienta cómodo el día de nuestra boda.
Existen diferentes vertientes con las que te puedes encontrar y que harán la elección del menú aún más sencilla, como los lactovegetarianos, que pueden tomar leche y derivados lácteos. O los ovolactovegetarianos, que además de los lácteos también comen huevo y sus derivados, como la mayonesa.
Cuando busques la empresa de catering encargada de servir el menú del día de tu boda, habla con ellos para ver cuál es su previsión ante menús para invitados con alergias o veganos. Una empresa que ya tenga estas opciones previstas y que esté dispuesta a informar de todos los ingredientes de sus platos te hará mucho más sencillo conseguir un menú con el que todos estén a gusto y satisfechos.
Y hazlo con el tiempo suficiente para avisar a tus proveedores. Pídeles que indiquen, al confirmar su asistencia, si tienen algún tipo de alergia o si siguen alguna dieta específica. No se trata de que cada uno diga lo que le gusta o lo que no, sino de atender a las necesidades específicas de determinados invitados. Si avisan con tiempo, todos salís ganando.
Una vez que, con toda la información de los invitados, esté diseñado el menú, compártelo con ellos. Así podrás hacer las rectificaciones que sean necesarias para que nadie se lleve un susto el día de la boda. Puede que te dé pena que se pierda el factor sorpresa, pero es mejor primar la seguridad y el bienestar de todos.
Adaptar un plato a una dieta o alergia no es siempre una buena idea. Algunos platos, si prescinden de determinados ingredientes, se quedan aburridos y desmerecen el menú. Plantea las opciones a la empresa de catering porque, en determinados casos, es mejor ofrecer un plato completamente diferente al del menú general, para asegurarnos de que todos nuestros invitados disfruten comiendo .
Cuando el menú se sirve en mesa es fácil llevar un control de qué platos se sirven a cada invitado. Pero cuando el menú es bufé libre y cada uno se sirve lo que quiere, no hay forma de detectar ingredientes ocultos a simple vista.
Asegura que cada plato va acompañado de su lista de ingredientes para que no haya ninguna duda ni nadie se lleve una sorpresa desagradable. Indicar con una leyenda qué platos son veganos o vegetarianos, o no contienen gluten, es un detalle que tus invitados agradecerán.