Novia con o sin velo: peinados y otras claves a tener en cuenta para encontrar la opción perfecta
Llevar velo tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes y no es la única opción como accesorio para dar el “sí, quiero”
Desde los tipos de velo que existen a las opciones que hay para sustituirlos pasando por las razones por las que debes o no apostar por él. Aquí, todo lo que tienes que saber sobre el velo de novia
El velo de novia es una de las tradiciones de boda más asentadas que se conocen en las bodas. Tiene su propia historia con años de antigüedad, empezando en los matrimonios concertados y como un símbolo de pureza y virginidad, y las novias llevan usándolo desde entonces, aunque ya no con el mismo significado, siendo uno de los imprescindibles en los vestidos de las novias más clásicas, ahora para aportar elegancia y tradición. Pero desde hace un tiempo las costumbres parecen haber cambiado y el velo, aunque sigue estando muy presente, ser cosa del pasado. Ahora las novias prescinden de él y han encontrado sus opciones en tiaras, diademas o pasadores que han terminado sustituyendo al clásico velo de novia.
Pero, a pesar de que la tendencia ahora es otra y las novias con velo ya no son la única opción, parece que esto no convence demasiado a todas las futuras novias y dentro de ellas se abre un profundo debate interno en torno a si incluir o no este accesorio en su vestido de novia. Normalmente esto ocurre porque la novia en cuestión desconoce todas las posibilidades de velo que hay a su alcance o qué mundo hay más allá del velo de novia en sí mismo, que es mucho. Así como tampoco se conocen las ventajas o los inconvenientes de contar o no con él en nuestro look nupcial.
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Por eso, hemos decidido poner en una balanza ambas opciones para que cuentes con todo lo necesario para poder decidir con conocimiento de causa si prefieres ser una novia velada o apostar por las últimas tendencias alternativas al velo de novia que existen ahora mismo en el mercado nupcial. Toma nota.
Novias con velo
Sin duda, la opción de novia con velo es la más elegida entre las novias porque no muchas se atreven a apuntarse a las últimas tendencias en las que se prescinde de él. Especialmente si se planea celebrar la boda por la Iglesia, que parece que pide un extra de clasicismo y tradición. Por eso, en estos casos hay que dar cierta originalidad y personalidad al velo de novia.
Lo primero que hay que saber a la hora de optar por ser una novia con velo es que hay diferentes tipos de velo. Y no solo por el tamaño, sino también por las características de este. En lo que a tamaños de velo se refiere podemos encontrar esos velos de novia largos, que se suman a la cola del vestido haciéndolo aún más infinito, conocido como velo Catedral, y que después va teniendo sus variaciones acortándose. Así encontramos el velo Capilla, que es más largo que el vestido pero no que el velo más largo, el que llega hasta los tobillos (el Vals), otro que llega hasta las rodillas (el Ballet) y el más corto de los largos, que llega por las manos.
Pero si los velos de novia largos te parecen demasiado agobiantes o recargados, también los hay en versión corta. Este puede ir por el codo, a media espalda o por el hombro que es el más corto de todos.
Después, puedes elegir velos de diferentes colores y, aunque la mayoría están hechos de tul, también puedes seleccionar tú misma el material, apostando por velos de encaje, con pedrería y brillos, terminados con puntillas, y también completarlos con tiaras o coronas de flores para dar un carácter más bohemio.
Peinados de novia con velo
Una de los principales dramas nupciales que surgen cuando llevamos velo es el peinado. Y es que, uno de los inconvenientes del velo es que no queda bien con todos los tipos de peinados para novia. De hecho, las coletas y los moños altos quedan descartados de entre los peinados para novias con velo, ya que las primeras quedarán aplastadas y los segundos elevarán demasiado el velo. Por eso, lo mejor es apostar por trenzas o coletas bajas, así como también con recogidos a la altura de la nuca.
También, si llevas media melena, puedes apostar por un semi recogido que dé algo de volumen a la melena, y es que las melenas sueltas también pueden quedar aplastadas, a no ser que sea muy voluminosa o que la adornes con una corona de flores. Pero siempre será mejor optar por algún recogido o trenza que dé un toque de personalidad. Y es que, hay que tener en cuenta que el velo siempre le restará importancia al peinado.
Novias sin velo
A pesar de que la novia velada es la opción más común para dar el “sí, quiero”, también han existido siempre (o casi) las novias sin velo, y especialmente en el último tiempo se han puesto de moda.
Esta es una opción mucho más cómoda para muchas novias, ya que al prescindir del velo parece que el vestido de novia se vuelve más ligero o al menos más fácil de llevar porque no hay que estar pendiente de que el velo no se enganche o de que se coloque bien.
Para decidir prescindir del velo, el vestido debe estar cargado de personalidad y tener diseños que se salen de los clásicos tipo princesa o escote palabra de honor. Una opción, pueden ser los camiseros bohemios perfectos para bodas en la playa y en el campo. Y es que, la opción de novias sin velo es perfecta para bodas por lo civil, donde las opciones de look nupcial son más libres que cuando se trata de una boda por la Iglesia donde la etiqueta es más estricta y clásica, aunque cada vez se ven más novias sin velo en este escenario.
Opciones alternativas al velo
Una de las ventajas de no llevar velo es que el peinado se hace protagonista por lo que también, como el vestido, debe estar cargado de personalidad y detalle. Una forma de darle importancia en el look es cubrirlo de flores, como una trenza llena de estas o adornar un recogido bajo con ellas o lazos o dar importancia a las joyas.
También puedes apostar por coletas altas o llevar el pelo suelto adornado por una tiara o diadema algo más voluminosa que la que lucirías acompañando el velo.
Pero por si no te atreves a decir un no rotundo al velo de novia, puedes elegir lucir un tocado con un pequeño velo que solo cubra el rostro, de forma muy sutil. Esta opción es también perfecta para una boda por el rito religioso mucho más relajada. También puedes elegir quitártelo después.