Aunque parece que el vestido de novia es el traje protagonista de una boda, junto a ella va el novio, al que también debemos dedicarle la atención que se merece y que, aunque a veces pueda parecer que les importa algo menos cómo ir, lo cierto es ellos también quieren deslumbrar ese día con sus mejores galas. Y es aquí donde aparece un elemento que parece haber vuelto del pasado para cobrar un gran protagonismo en el outfit del novio. Nos referimos a la chistera, que muchos aún se preguntan si lucirla el día de su boda es un gran acierto o un terrible error.
La chistera no es un sombrero que haya pasado desapercibido en ningún momento de la historia. Fue inventada por el sombrerero inglés John Hetherington en 1797, y causó tal furor, provocando, según cuentan, desmayos entre las mujeres que veían a algún hombre con una puesta. Esto le costó al sombrerero ser detenido por escándalo público. Pero la chistera no dejó de utilizarse a pesar de estas anécdotas jugosas y se convirtió en la prenda más emblemática de aquella época.
Su uso perduró hasta bien entrado el siglo XX para desaparecer después. Pero, al menos en nuestro país, solo hizo falta que la llevara el novio adecuado en una de las bodas más esperadas para regresar con toda su fuerza.
Desde que Fran Rivera decidió utilizarla en su boda con Lourdes Montes, e incluirla como parte del dress code para invitados, la chistera ha ido ganando posiciones en todo tipo de bodas, no solo en las de alto copete, y atrás quedaron los tiempos en los que solo la asociábamos al muñeco del Monopoly.
La boda fue todo un evento mediático del que se hizo eco toda la prensa del país y puso la chistera en el punto de mira, devolviendo al terreno de juego nupcial un sombrero que apenas tenía una presencia real en estas celebraciones.
Ahora bien, ¿son aptas para todos los novios y todos los tipos de boda? Lo cierto es que la respuesta definitiva solo la tiene el novio porque, al fin y al cabo, una boda y todo lo que la acompaña solo debería regirse por los gustos y preferencias de los que se casan. En cualquier caso, vamos a darte unas pistas que te pueden ayudar a decidir si usar o no chistera y, en caso afirmativo, que esta decisión se convierta en un rotundo acierto.
Si lo que buscas es cumplir con las normas de protocolo para elegir tu traje, es necesario que conozcas en qué ocasiones es obligado llevarla y cómo hay que hacerlo. En el resto de casos, el protocolo dice claramente que no.
La chistera se debe utilizar siempre que vaya acompañada de frac o chaqué, que son los trajes de máxima etiqueta para el hombre. Ahora la pregunta sería ¿cuándo debo usar frac o chaqué?
El frac está por encima del chaqué, y por lo tanto del esmoquin, en cuanto al puesto que ocupa como máxima etiqueta. Los invitados solo deben llevarlo si está especificado en el dress code, y en ese caso no llevar otro tipo de traje bajo ningún concepto. Si solo lo lleva el novio, con su chistera correspondiente, es porque tiene la intención de marcar la diferencia con el resto de los invitados.
El chaqué es más habitual, aunque también se considera de bodas de clase alta, pero su uso ya está más popularizado. Se trata de un traje que proviene de la tradición inglesa y que se recomienda llevar en bodas de día.
Si finalmente tu boda cumple con los requisitos protocolarios para que luzcas chistera, te avisamos que lo más sensato es que te la hagan por encargo. Es la forma más segura de llevar un sombrero de tu talla con el que consigas el efecto que buscas, porque si no es así puede arruinarte todo el conjunto aunque el chaqué te quede como un guante. En cuanto al color, el gris es el adecuado para una boda, mientras que el negro se reserva para actos sociales.
En cuanto al uso, se trata de un complemento del traje, por lo que no hay ningún inconveniente en utilizarla en espacios cerrados. Eso sí, la recomendación es que en las bodas que se celebren en una iglesia, el novio se la quite en señal de respeto al lugar de culto.
Una vez aclarado el asunto del protocolo, llega el momento de hablar de esos novios atrevidos que deciden incluir la chistera para romper con la monotonía del traje de boda clásico. Los hay que se arriesgan con colores poco convencionales o con trajes más modernos, con aires roqueros o vintage.
Lo importante es que sea una decisión con la que el novio se sienta a gusto, y lo haga porque quiere llevar un look personal y original en su boda, y no para emular un estatus que quizás no se corresponde con la celebración. Así que, decimos sí a los novios con chistera, siempre que a ellos les apetezca.