El vestido de novia es una de las piezas fundamentales a tener en cuenta dentro de la planificación de una boda. Es uno de los símbolos de la unión y un recuerdo de lo que fue para la novia ese día, que la acompañará toda la vida. Y es que mucho antes de estrenarlo ya está cargado de emociones y de significado por lo que este vestido conlleva, que es dar un paso más allá con tu pareja. Por eso, muchas novias deciden darle aún un carácter mucho más especial y hacer su vestido de novia a medida.
Para apostar por uno de ellos, será una de las primeras cosas que debes hacer en cuanto hayáis tomado la decisión de celebrar la boda. Y es que, como advierte Sofía Arribas, diseñadora de Sophie et Voilà, "una firma que nace con el deseo de vestir a las novias no convencionales, aquellas que optan por un diseño sobrio, elegante y, sobre todo, muy chic”, como ella misma la describe, aunque cada vestido de novia a medida es un mundo, hacer un vestido de novia a medida puede llevar entre seis meses y un año de forma aproximada, pues mucho tendrá que ver con dar exactamente con lo que quiere la novia a la primera (casi misión imposible) o a la milésima prueba.
Pero no solo eso, los vestido de novia a medida son toda una obra de artesanía, diseñados de forma única y especial para cada novia, y tejidos, confeccionados y cosidos a mano. Por eso, hacer un vestido de novia a medida es toda una experiencia y tenerlo, como tener un tesoro. Y es que no solo el proceso de confección tiene muchos secretos, sino que, además, mientras se hace se crea un vínculo entre la novia y el vestido. ¿Cómo? Pasen y lean.
El primer paso para confeccionar un vestido de novia a medida es toda nuestra responsabilidad (o casi). Será ahora cuando debemos contar con todo lujo de detalles qué es lo que queremos. “En el atelier damos un trato personal y cercano. El primer paso es hablar con la novia. Realizamos un cuestionario que nos permitirá conocerla mejor. En este punto le explicamos qué es hacerse un vestido a medida, cuáles son las pautas, cómo se inicia… En el atelier confeccionamos los trajes a medida según lo que cuenta y quiere la novia. El gran reto de las modistas es encajar todo eso para que la novia se sienta preciosa, segura y perfecta el día de su boda”, cuenta Laura Escribano, modista y creadora de vestidos de novia en el atelier que lleva su nombre y que se encuentra en Alcobendas, donde confeccionan todos los vestidos que se les piden a medida, garantizando exclusividad y personalización.
Es decir, esta será la primera cita que haya entre la novia y el atelier en cuestión. Y como toda primer cita, sirve para que ambos lados se conozcan, las novias vean lo que pueden ofrecer los diseñadores y cada atelier, y ellos escuchar sus propuestas: “Se estudian los tipos de tejidos que le favorecen más, el color, o si hay un tejido ornamental que le encanta, vemos dónde se puede situar. Cuando la novia llega al atelier, se ve todo frente al espejo”, añade la diseñadora. Se estudia “la silueta, la fisionomía y la personalidad. Se estudia el físico para dar con la silueta, colores y tejidos más favorecedores”, indica Laura. En definitiva, se van viendo propuestas y se asesora mientras se va dibujando el boceto.
Además, conocerse mutuamente es toda una experiencia para todos, ya que la futura novia puede descubrir nuevas cosas que no sabía que quería y la firma embarcarse en un nuevo viaje: “Me encanta trabajar con ellas mano a mano y que se dejen guiar”, señala Sofía Arribas de Sophie et Voilà. “Generalmente la primera cita tiene lugar con seis meses de antelación, más o menos. En esta primera reunión procuro conocer cuáles son todas sus necesidades y sus gustos y a partir de ahí vamos construyendo. De media hacen falta entre cuatro y seis citas, hasta que se pulen los detalles finales, aunque depende siempre de cada novia”, explica la directora creativa de la firma. Pero, ¿qué se hace en el resto de citas?
A partir de toda la información sobre tejidos, siluetas y colores que ya se tiene, se empieza a hacer un primer diseño de lo que luego será el vestido, pero todavía no será el definitivo. Y es que, “las preguntas y la incertidumbre florecen durante el proceso. Muchas novias sienten miedo de encontrarse con algo que no tienen en la cabeza. Sin embargo, eso no ocurre porque el vestido de novia a medida se va modificando y perfilando a lo largo de las pruebas”, tranquiliza Escribano. “Utilizamos 'toiles' de algodón al principio o glasillas para evitar esa situación”, añade. Esto es como un doble del vestido en el que se utilizan telas de menor calidad para luego, cuando todos los cambios estén hechos y se hayan ultimado los detalles, ya se cosa el vestido con los tejidos definitivos.
Porque, “el pensamiento tridimensional no está desarrollado en todas las personas por igual. Por eso, es labor de expresión nuestra canalizar lo que vemos para mostrárselo a la novia. Ésta, frente al espejo, se ve con toda la superposición de tejido y el modelado de la silueta. De esta manera, se forma una idea muy clara de lo que será el vestido final”. Es decir, así después no habrá problema al “pasarse a limpio”.
Cuando ya se han hecho todos los cambios deseados sobre la 'toile' y se ha creado ya por fin el vestido definitivo, la novia deberá probarse el vestido unas semanas antes de la boda, para que solo haya que hacer mínimos retoques.
Pero no solamente se eligen los tejidos y se va ajustando el vestido a la novia, muchas veces, se escoge el look nupcial completo, haciendo que la novia cree su estilismo de pies a cabeza, y nunca mejor dicho. “Durante el proceso, les asesoro personalmente en el estilismo final ayudando a escoger calzado, peinado, maquillaje, ramo, etc.”, explica la diseñadora Laura Escribano.
Y no porque sea arriesgado, sino porque es importante que la novia confíe plenamente en los diseñadores que ha elegido para crear su vestido de novia. "Se establece un vínculo novia-modista”, dice Laura Escribano. “El feeling y la confianza es importante. En el atelier no hacemos nada que no se haya hablado previamente, que no se haya probado o no se haya visto. El proceso de creación del vestido a medida es único, es una pieza que se está creando desde cero para una novia. Es algo especial.”
Por eso, es fundamental para el atelier sea cual sea hacer que la novia se sienta en una nube: “Atendemos a nuestras novias e invitadas, siempre con cita previa, en nuestro atelier de Bilbao. Este espacio ha sido diseñado para proporcionar la máxima comodidad e intimidad a nuestras clientas, cuidando todos los detalles para regalarles un momento confortable, sólo para ellas. Además contamos con un taller de costura propio en el atelier que nos permite controlar el proceso de confección de cada vestido de principio a fin”, cuenta la directora creativa de Sophie et Voilà.